El restaurante de la planta 20 del Meliá Cohiba, Cobijo real, donde desayunan los vips del hotel estrella del malecón, hoy planta Level, estaba a rebosar hace unos 4 años. El idilio de Obama con Raúl Castro había despertado una inusitada fiebre inversora a todos los niveles. A la hora del desayuno no cabía un alma, entre banqueros, hoteleros, brokers, tratantes y trepas latinos venidos de Miami.
En un rincón del Cobijo, un comensal desayunaba con el director del hotel, el plantoso Juan Tuñón, hoy responsable de Blue Diamond en Dominicana. El comensal le dice al ejecutivo de Meliá que en la mesa de al lado se halla la cúpula de Abanca, los nuevos dueños de las fusionadas cajas gallegas, con el presidente a la cabeza, y que más lejos se encuentra, de espaldas, el presidente de Hotusa.
¿Amancio López? Pues tengo que ir a verlo pues desde la central me han dicho que lo tratemos bien. Tuñón se identifica y regresa con su acompañante, al que le dice: "¿No te parece que un poco introvertido?". Al cabo de un rato, López Seijas, gallego afincado en Barcelona, se topa con los dirigentes de Abanca. Se saludan afectuosamente y cuando se va uno de ellos comenta: "es muy listo, muy pillo..."
El presidente de Hotusa tenía prisa porque le habían programado una reunión con las autoridades cubanas. Al fragor de las buenas relaciones Obama- Castro un sinfín de empresarios estaban convencidos de que Cuba iba a ser el nuevo paraíso inversor. López Seijas, tímido, un tanto atribulado y reacio a los medios, era uno de esos empresarios. Pero nada de aquel maná fructificó.
Unos meses después, y con motivo de la Navidad, el presidente de Hotusa, un empresario hecho a sí mismo que ha forjado un imperio turístico, se citó con su amigo de la infancia Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno español, en el Gran Hotel La Toja. En este establecimiento, Rajoy y López pasaron la Nochevieja y bailaron junto a sus familiares al poco de la entrada del año.
A López Seijas no le gusta que se diga que fue compañero de pupitre de Rajoy. Tampoco le agradó que se publicara el vídeo en el que ambos aparecían felices bailando en el Gran Hotel la Toja, hoy de su propiedad y entonces alquilado al Popular. Él dice que es de bajo perfil y que no le agrada el protagonismo. Pero este empresario sin carisma pero habilidoso parece que lo busca con o sin intención.
Y peculiar, muy peculiar. Porque invitar a Pedro Sánchez a abrir el foro que monta Hotusa en Fitur—un mes apenas—con lo que está cayendo (sí, no había convocatoria de elecciones, ni relator, ni manifestación en Colón pero Sánchez estaba, esta y estará en el candelero), demuestra la forma de ser de Amancio López. Ningún colega suyo quiso saber nada del presidente días antes de Fitur.
Del compañero de la infancia que alcanzó la presidencia del país al que lo destronó con promesas incumplidas y con medidas nada favorables para los empresarios...Cosas de un singular personaje del turismo que hará un año se hartó de las veleidades de los dirigentes catalanistas y se trajo su empresa a Madrid. Los dirigentes que odian a Rajoy y se juntan con Sánchez.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo