Júzcar, conocido desde 2011 como pueblo pitufo al ser elegido para promocionar la película de los famosos dibujos animados, es ahora un gigantesco parque de aventuras con dos tirolinas que atraviesan la localidad, puentes tibetanos, un rocódromo y pasarelas en suspensión. También se ha creado una ruta de senderismo para aprovechar su extraordinario enclave natural.
Así lo ha dispuesto la Diputación de Málaga, que ha invertido 300.000 euros en esta transformación, aprovechando que el pueblo ha pasado a llamarse Aldea Azul, por un problema con los derechos de autor de su antigua denominación. Según Elías Bendodo, presidente de la Diputación de Málaga, el turismo ha bajado mucho, luego de que este pueblo de la serranía de Ronda llegara a recibir hasta 50.000 visitantes al año, tras la fama que le dio ser imagen de los pitufos.
“La intención es crear un referente lúdico para los más pequeños. Lo hemos hecho ya en otros lugares, como en Ardales con el Caminito del Rey”, señala Bendodo a El País. Para ello se han contratado monitores deportivos, pero lo más importante, agrega el funcionario, es el número de empleos indirectos que se pueden crear.
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