Emirates-Etihad: una fusión con demasiados obstáculos

La unión entre Emirates y Etihad no será tarea fácil, dados los obstáculos que supone dicha asociación. Aunque si se produjera un acuerdo, se crearía la compañía aérea más grande del mundo por tráfico aéreo. Aún así, Emirates ha insistido en las últimas horas que no tiene intención de comprar Etihad. Entre ambas compañías, el pasado año transportaron a más de 300 millones de pasajeros.

Para empezar, el país de los Emiratos Árabes Unidos, con una población de tan solo 9,4 millones, no es lo suficientemente grande como para mantener a ambas aerolíneas globales. Establecer allí las dos compañías aéreas, sería como hacer lo mismo en Hong Kong o Singapur, algo insostenible, según informa Bloomberg.

En segundo lugar, ambas aerolíneas cuentan con rutas duplicadas. De los 88 destinos que ofrece Etihad, todos, excepto 11, se operan también en Emirates, los cuales, para más inri, no son demasiado frecuentados por los turistas. Entre ellos, se encuentran Amritsar, Astana, Chengdu, Kozhikode, Minsk, Nagoya, Rabat y Riga. Además, es muy complejo sobrevivir con dos sedes aeroportuarias. Así lo demuestra el ejemplo de Deutsche Lufthansa AG e International Consolidated Airlines Group SA, que escogieron un único centro ante las ventajas que ello supone.

Asimismo, Emirates ya es la compañía que domina Oriente Medio, India y Australia. De hecho, en rutas entre Australia y Europa, África y Medio Oriente, la emiratí tuvo una participación del 43 por ciento en la capacidad de pasajeros durante el año pasado. Añadir Etihad a este total supondría reducir las rutas ofrecidas entre ambas aerolíneas o la franja horaria en los grandes centros aeroportuarios.

A pesar de los inconvenientes, cabe destacar que la unificación de ambas compañías conllevaría la creación de una de las aerolíneas más grandes del mundo en cuanto a tráfico aéreo se refiere. La fusión de ambas abarcaría el 60 por ciento de capacidad desde Australia a Europa, Oriente Medio y África (Emirates y Etihad dan un primer paso para aliarse con un “histórico” acuerdo).