Espías de Marruecos han utilizado agencias de viajes de Cataluña para, presuntamente, blanquear el dinero procedente de subvenciones que el gobierno marroquí envía a sus comunidades en España para crear asociaciones musulmanas y centros islámicos. Se trata de un dinero presuntamente defraudado que debería haberse destinado a formar a sus imanes, construir mezquitas y controlar a aquellos que hacen una interpretación equivocada (yihadismo) de una religión.
Una investigación judicial del Juzgado de Instrucción número 5 de Igualada ha desvelado el entramado de la red. En 2013 se abrió en Mataró una agencia de viajes llamada Aya Travel Tours. La registraron tres mujeres: Atiqa Bouhouria, Naima Lamalmi y Naziha El Montaser. Todas empadronadas en el domicilio de Atiqa, en la calle Generalitat de Cataluña en Barcelona. Naima, que tiene una clínica dental en Rabat, está casada con Mohamed Belahrech, jefe de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio de inteligencia exterior de Marruecos, publica Crónica de El Mundo.
Él es el encargado del control de las mezquitas e imanes en países como España y de mandar a los agentes a sus misiones al extranjero. Naziha también vive en Rabat, es profesora y esposa de Abdellah Boussouf, secretario general del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME), un cargo nombrado directamente por Mohamed VI. Una de sus funciones es supervisar el dinero que se envía desde Marruecos a sus comunidades en los países europeos. Y, curiosamente, Boussouf, Belahrech y Ziani (el marido espía de Atiqa) tienen a su nombre registrada otra agencia de viajes, Elysee Travels, afincada en Rabat.
"Todas son empresas fantasmas para desviar y blanquear un dinero que llegaba a la Uccic desde el Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos (donde ahora está trabajando Ziani). De la asociación se hacían transferencias a las cuentas bancarias de Ziani, de su esposa Atiqa y también a la agencia Aya Travel. Y después, parte de ese dinero, acababa en la otra agencia fantasma de Rabat gestionada por tres hombres fuertes del Estado marroquí", explica la fuente jurídica que lleva el caso y que pide no desvelar su nombre.
Ziani montó la infraestructura en Cataluña. Boussouf y Belahrech enviaban fondos públicos para subvenciones y sus mujeres los blanqueaban a través de las agencias de viajes para que el dinero volviera a los bolsillos de sus maridos. Así es la cadena que aparece en los documentos (cuentas de la Uccic, transferencias bancarias, retiradas en efectivo y diligencias de un juzgado de Barcelona) que ha desvelado Crónica.
Todo se empezó a descubrir internamente en 2015 cuando las personas que se hicieron cargo de la Uccic tras la deportación del espía Ziani, al frente de las cuales estaba Mimon Jalich, realizaron una auditoría de sus cuentas (de 2012 a 2015) al comprobar que casi todo el dinero que habían recibido de Marruecos no se había destinado a los objetivos planteados en sus estatutos. Un año después toda esa información acabó en el Juzgado de Instrucción 5 de Igualada, que abrió diligencias y cuya Fiscalía lo está investigando como un delito de fraude en subvenciones.
Y el Gobierno/UE pagándoles subvenciones para que "controlen" la frontera y para que permitan la pesca... Somos idiotas pero idiotas.
¡¡ Fuera autonómías !!