Fomento investiga un presunto fallo del control del Prat que pudo acabar en colisión

Si pusiera un circo, le crecerían los enanos, pensarán algunos cuando lean que Ryanair estuvo a punto de ver estrellado uno de sus aviones el pasado 27 de mayo al intentar aterrizar en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Según publica El  Confidencial, el Boeing 737 de la low cost irlandesa procedente de Palma de Mallorca iba a tomar tierra al tiempo que un Airbus A320 de Air France se disponía a despegar rumbo a París.

La reacción ‘in extremis’ de la torre de control evitó la tragedia y los daños a 23 pasajeros de Ryanair y 165 de la compañía francesa, más sus respectivas tripulaciones. El Ministerio de Fomento ha abierto una investigación preliminar sobre lo ocurrido.

Fuentes mencionadas por El Confidencial han apuntado que podría tratarse de un error de los controladores de El Prat, que hasta el último momento no activaron el indicativo luminoso de parada en la intersección entre la pista por la que rodaba el avión de Air France y la que iba a ser usada por el aparato de Ryanair para aterrizar.

El comandante del avión irlandés fue alertado cuando estaba ya a solo 120 metros de tierra y tuvo que hacer una maniobra de ‘go around’ hasta subir a 3.000 pies de altura. Un cuarto de hora después pudo aterrizar en el aeródromo barcelonés sin problemas. El Airbus de Air France, por su lado, despegó con un ligero retraso de siete minutos y completó su viaje con normalidad.