Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, ha reconocido durante el Foro Preferente que siempre han tenido claro que "el principal activo de Meliá son los 48.000 empleados".
"Tenemos tres clientes: el huésped, el cliente-empleado y el intermediario, y tratamos de cuidarlos a los tres muchísimo", ha asegurado Escarrer, que ha admitido que en el mercado "hay una guerra por el talento". Por ello ha señalado que "es fundamental atraer a empleados que comulguen con nuestros valores. Si no, vamos a a tener mercenarios".
Escarrer ha contado que en Meliá trabajan empleados de 137 nacionalidades, de multitud de religiones, donde el 44% de los empleados son mujeres, y el número de mujeres directivas alcanza el 40%. Escarrer ha explicado que Meliá destina el 0,75% de sus ingresos a formación, que "nunca es un gasto, es una inversión porque tiene un payback altísimo".
El vicepresidente ejecutivo de Meliá ha subrayado que "el talento es lo que nos hace diferentes" y ha señalado que necesitan gente proactiva, con vocación de servicio y que llegue a la cadena con competencias digitales. Además, ha destacado que los milenials buscan empresas donde puedan promocionar y hacer una carrera. En este sentido ha asegurado que "para ellos Meliá es un filón porque en los últimos tres años hemos abierto un hotel cada dos semanas".
Encarna Piñero, consejera delegada de Grupo Piñero, donde trabajan 15.000 empleados, ha afirmado que "el talento es una ventaja estructural de las compañías y la única forma de enganchar a los empleados es darles una visión nueva y explicarles cómo pueden contribuir a un proyecto común". Ha señalado que hay que "darle una vuelta" a las formas de liderar las compañías para "poner en valor el talento y que pueda florecer".
Encarna Piñero ha hecho énfasis en que la organización debe estar completamente alineada con el cliente, que es "la razón de ser de nuestro negocio", donde el empleado juega un papel fundamental porque es quien interactúa directamente con él y quien debe transmitirle el saber hacer y los valores de la compañía.
Meliá, la empresa del Señor Escarrer, está lejos de practicar esa ética que predica.
Se acercó a los Castro y hoy explota un hotel en Cuba que fue expropiado a sus legítimos propietarios (y han sido denunciados por ello en Estados Unidos de América).
Además, acaba de vender un resort en Puerto Rico a otro operador dejando en la estacada a los multipropietarios que habían comprado Meliá pensando que era una empresa honorable. Ni informó de la operación, ni piensa respetar los contratos que firmaron.
Así no, Señor Esacarrer Jr.