Hidalgo, Air Europa y Globalia duran más de "dos telediarios"

El pasado 18 de junio este digital publicó una crónica en la que aventuramos no dar por enterrada a Air Europa ni por muerta a Globalia, como bien recordarán los que siguen de cerca la actualidad turística. Para pronunciarnos de tal manera dijimos entonces que al frente del Grupo se encontraba “un tremendo fajador que nunca arroja la toalla” y que es un hacha ingeniándoselas para conseguir sus objetivos. Casi medio año después de ese 18 de junio, la aerolínea y las empresas hermanas sobreviven a “más de dos telediarios”. (sic de Hidalgo)

Cualquiera que conociera bien de cerca a Juan José Hidalgo podría haberse pronunciado en el mismo sentido que lo hicimos nosotros, sin necesidad de ser un gran aurispice. Éramos conscientes de que “lucharía a muerte” para salvar la compañía y de que si era necesario lo haría “con fuego incandescente”. Nadie podía imaginar, eso sí —ni siquiera él y los suyos— que el rescate de Air Europa y de Globalia se llevaría a cabo con cientos de millones de dinero público y con la llamativa aquiescencia unánime de un gobierno pseudo bolivariano.

No hacía falta disponer de una bola mágica, o recurrir a un gran Occhipinti, para vislumbrar que Hidalgo Acera se dejaría la piel ante la más cruenta batalla a la que jamás se había enfrentado. Dijimos que se crecía en las crisis más profundas y que para solventar los obstáculos insalvables “a veces utilizaba métodos inescrupulosos". Y es que el empresario salmantino siempre fue de los más avispados a la hora de tocar en las puertas donde se arreglan los problemas sin aparente solución, zorro viejo desde la adolescencia.

Su hijo Javier no tiene el ADN paterno, ni ha transitado por los sinsabores de la pobreza, pero está guerreando a brazo partido con su progenitor en la lucha por salvar Air Europa y Globalia. Además de intentar sacar adelante la aerolínea, Hidalgo júnior negocia personalmente las fusiones de Halcón y Travelplan con Avoris y las de los hoteles Be Live con Blue Bay, dos operaciones impensables hace siquiera un par de años, business is business, que merecen un capítulo aparte. El heredero nació rico pero se está jugando lo ganado por la maldita pandemia.

Hidalgo Acera no ha vuelto a Dominicana desde que regresó a España, inmerso en rescatar al grupo. Hidalgo Gutiérrez sí lo ha hecho, aunque por un periodo breve, en concreto desde hace dos viernes. Un viaje que curiosamente no realizó en los Dreamliner de Air Europa que aterrizan en Santo Domingo sino en una avión privado. En Dominicana está llevando a cabo unas intensas sesiones de trabajo con su equipo local, perfilando las operaciones hoteleras, poniendo en orden el resto de empresas para sobrevivir a más de dos telediarios. Ni estaban muertos ni estaban de parranda, como bien sabe José Luis.