El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, reflexiona ante una nueva proyección del documental 'Hidalgo. El vuelo del Halcón' (El emotivo trailer del documental ‘Hidalgo, el vuelo del halcón’), presentado por estos días en su Salamanca natal. “Ya estoy casi en los 76 años y la vida se acortando, pero mi ilusión es siempre vivir un año más", señala el empresario.
"Me quedan cosas por hacer y no es tanto cumplir objetivos sino el seguir trabajando. No será el mismo afán e inquietud que hasta ahora pero voy a seguir", asegura Hidalgo para quien el trabajo ha sido el motor de su vida. "Siempre estar pendiente de que todo funcionara y fuera hacia delante”, reconoce, sin olvidar que desde muy pequeño se dedicó a trabajar para ayudar al sostenimiento familiar.
Con apenas 19 años Hidalgo emigró a Suiza para regresar a España años después y fundar una empresa de autobuses. En su afán de enfrentarse a nuevos retos, decidió iniciarse en la apertura de agencias de viajes con la empresa Halcón Viajes, cuya primera oficina, ubicada en Cáceres, se inauguró en enero de 1972, mes en el que fletó su primer avión de pasajeros a Zúrich, decidido ya a transportar a los emigrantes españoles en avión y utilizando para ello aeronaves de la compañía Aviaco.
Ya en 1991 se lanzó con un grupo de inversores a comprar la compañía Air Europa, empezando a operar en vuelos regulares domésticos en 1993 y rompiendo, de esta manera, el monopolio de Iberia en España. Hoy cuenta con una flota de más de 50 aeronaves y una plantilla de cerca de 3.000 personas altamente cualificadas.
Durante toda su trayectoria profesional, Juan José Hidalgo ha recibido múltiples reconocimientos a nivel mundial por su labor y visión empresarial. Hoy día, emplea a más de 20.000 personas y se puede enorgullecer de haber cumplido uno de sus sueños de pequeño: vestir traje, tener un despacho y tres secretarias.
Durante más de diez años muchos auxiliares de vuelo eventuales soñaban con hacer un contrato más en la empresa de Hidalgo... y luego uno más... y luego uno más... y así hasta que llegó un contrato fijo podrido que hubo que demandar y luchar...
Esos tcp que se quedaron en la empresa se la jugaron a que no les ampliasen la duración del contrato, que era inicialmente 3 meses al año. Apostaron por Air Europa y ahora ganan lo mismo que casi en una low cost, siendo mayor la presión INNECESARIA y artificial en sus trabajos...
Este hombre está acabado y ha defrauado a mucha gente. Hasta al erario público. Menos pesebres para este tipo.
Sobre todo porque hablas con gentes de Salamanca que lo conocieron en sus principios y te cuentan...que ya era un tramposo entonces....igual que lo es ahora, sólo que ....antes era un pícaro y ahora un defraudador millonario. Y claro, ahora, necesita blanquear (nunca mejor dicho) su biografía. Pues conmigo, que no cuenten para esta farsa.