Elefant Travel no es una agencia al uso, como si de una lámpara mágica se tratara, la compañía transforma los deseos en realidad. Pone al cliente en el corazón del negocio y empieza por visitarle en su casa, si así lo solicita. Tanto es así, que a un cliente se le antojó tocar el piano en un desierto y la agencia no se lo pensó dos veces. Consiguió con la ayuda de un helicóptero y unos ‘quads’ llevar un piano de cola al desierto para despedir el día y cumplir con el sueño del viajero, según informa La Razón.
Otro cliente, apasionado de la fotografía, deseaba “aprender fotografía por todo lo alto”. Por ello, la agencia organizó un curso de fotografía en la cima de una montaña. Una vez allí, un instructor enseñó a los interesados a pilotar un drone. Cuando llegó la puesta de sol los viajeros capturaron la mejor fotografía desde el aire.
Elefant Travel también permite disfrutar de una aventura con osos polares en el Ártico volando en una avioneta hasta un pequeño “lodge” donde, en primavera, acuden estos animales.
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