La boda real vuelve locos a los hoteles …de Estados Unidos

Mayo 19: otro día loco para los precios hoteleros de Londres y, por supuesto, de Windsor y cercanías. Pero también en Estados Unidos, a 10 mil kilómetros de distancia. Ya se sabe que los americanos están locos con la realeza y, ya que son una república, sueñan con lo que ocurre en Gran Bretaña. La oferta hotelera USA se está disparando, con paquetes por algo más de 50 mil dólares, que incluyen condones con la bandera británica, champán para los clientes y grandes pantallas de televisión en las salas del hotel. La boda entre el príncipe Harry y Meghan Markle dispara la locura.

Vamos a los precios: El hotel Plaza de Manhattan invita a sus clientes a usar sombreros y guantes para recrear un entorno victoriano, con un desayuno de 150 dólares con champán, a partir de las 6.30 de la mañana. El hotel Plaza Palm Court tendrá grandes pantallas para ver la boda en directo, desde Windsor. Y un panel de expertos locales hará los comentarios por encima de la voz de la pantalla. La novia protagonizó el papel de Rachel Zane en un programa de televisión “Suits”, que se casaba precisamente en el Plaza, aunque en realidad se filmó en otro hotel en Toronto.

El Fairmont Royal York pegará un sablazo a los clientes que coman verdadera comida inglesa: col y patatas con salchichas y huevos a precio de caviar ruso.

El hotel Windsor Court Hotel de Nueva Orleans cobrará 51.918 dólares (5, por mayo, 19 por el día y 18 por el año) a quienes se alojen en su suite, incluyendo el vuelo en primera clase desde cualquier lugar de Estados Unidos. No podrá nadie decir que no han estado en Windsor, aunque no sea exactamente el castillo del Oeste de Londres.

El hotel Viceroy L'Ermitage Beverly Hills, de California, cobra 30.000 dólares (no busquen coincidencias en el número) por el “paquete real” en su hotel mientras que el Ritz de Washington cobra un millón de dólares si quiere casarse en el hotel el mismo día y hora, incluyendo un jet privado y toda la indumentaria y anillo.

En el resto del país también se producen eventos similares, en lo que se augura como una jornada loca para los americanos, profundamente ansiosos de tener sangre azul en sus cercanías.