Mike Penning es el diputado por Hemel Hempstead, cerca de Londres. Penning ha enviado una carta a Willy Walsh, el presidente de IAG –cargo que pronto ocupará el español Luís Gallego--, en la que le hace reflexionar sobre la estrategia que British Airways ha planteado a los trabajadores: o renuncian a sus derechos adquiridos o serán despedidos.
Penning, con un lenguaje extraordinariamente duro, habla de la profunda tristeza que produce la postura de la empresa, pese a que el Parlamento británico le había expresado su incomodidad con cualquier recorte. El diputado dice que hay un mecanismo para que los trabajadores hoy estén en la nómina pública, por lo que es especialmente inadmisible la postura de la compañía.
El diputado le recuerda que incluso está previsto que los slots de British Airways en Gatwick podrían ser trasladados a Level, lo que siendo esta una compañía low-cost, nos indica por dónde va la postura de la empresa. Igualmente le recuerda que no es admisible que se traslade el departamento de control de carga, con 450 trabajadores, a Chequia.
Penning recuerda a la compañía cada una de sus palabras y anuncios de las últimas semanas, para destacar que está intentando sacar provecho de esta crisis para reducir la dimensión de su plantilla y de sus costes.
El diputado dice que conoce el caso de un trabajador que lleva más de 23 años en British Airways a quien se le ha dicho que tiene una notificación en Internet con los cambios, sin ningún derecho a la respuesta ni al comentario. El diputado califica durantemente esta práctica.
Finalmente conmina a la empresa a que reconsidere su política en este sentido.
Realmente, es difícil imaginar que se pueda llegar a sufrir un daño de imagen más grave que este. Aunque, a decir verdad, todo el mundo vuela con Ryanair pese a que su imagen tampoco vale nada, debido precisamente a sus políticas.
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