Este año, especialmente los últimos meses, el grupo Azul Marino ha llevado a cabo diversas operaciones corporativas, entre ellas las adquisiciones de varias pequeñas y medianas empresas de su sector, el fichaje de empleados con elevado perfil profesional y –no hay que olvidarlo- con buenos contactos directos con clientes de sus anteriores agencias de viajes y la incorporación a la red del grupo Avasa.
La carrera vertiginosa del grupo de origen vasco se corresponde con la aplicación de una estrategia sutil, que combina el desarrollo de mercado con el desarrollo de productos, por lo que debe ser considerada una estrategia de diversificación según la teoría de Igor Ansoff. De este modo, la agencia de origen vasco posee ya una nutrida y poderosa red de puntos de venta a pie de calle, la sexta de España cuantitativamente considerada. Y no hay que olvidar que, al igual que otras agencias punteras, ha empezado a apostar por dotarse de grandes tiendas “atípicas” de viajes. la primera en Bilbao, a la que seguirá la segunda, en Zaragoza.
En cuanto a mercados, está presente en las principales ciudades de España –Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Zaragoza…- y en otras no menos importantes para el negocio de la distribución de viajes. En lo que se refiere a tipos de producto sobresale su capacidad de ofertar producto propio. Y aunque predominan las oficinas dedicadas al emisor vacacional, cada vez parece adquirir más importancia la dedicación a los clientes de negocios o business y al de reuniones o MICE. Todo esto lo compatibiliza con su mayorista y su receptiva, la online y la central de reservas, si mis datos no son erróneos. Y, por si fuera poco, utiliza a modo de clon la marca Viajes Keops.
Cuando el globo se hincha mucho termina por explotar y estos están soplando muy rápido. El mercado no esta para estas alegrías.