Nos encontramos en un momento en el que las grandes cadenas hoteleras están sumando de manera constante, nuevas banderas a su porfolio de productos. Todas quieren adquirir una porción mayor del ansiado pastel y para ello, no tienen otra opción que adecuarse al mercado y sus nuevas necesidades.
El perfil del consumidor ha cambiado en los últimos años con la democratización de Internet y el uso de dispositivos móviles. Sus motivaciones a la hora de elegir la habitación de un hotel se han orientado hacia la personalización, el estilo y la identificación. El individuo ha viajado de lo superficial hacia una responsabilidad interior acorde a su forma de pensar y busca aquellas marcas que estén alineadas con sus propios valores
Además, su forma de buscar, opinar y reservar se ha modificado con el mundo digital. A día de hoy, la mayoría de las compras en el ámbito turístico se hacen a través de Internet y la comercialización online se ha convertido en una herramienta fundamental para ganar cuota de mercado. Así, plataformas tecnológicas como Booking o Airbnb, han ido ampliando su modelo en los últimos años para aumentar sus servicios y ofrecer programas de fidelización a sus clientes.
Ante esta situación, las compañías hoteleras buscan cubrir la demanda de este nuevo consumidor a través de estrategias que consigan la lealtad del cliente a una de sus marcas. Y la mejor manera para ello, es ampliar la segmentación y el catálogo de opciones y servicios logrando con ello ofrecer a cada nicho de mercado una alternativa ajustada a sus necesidades o deseos. Es por ello que las grandes cadenas están creando o comprando nuevas marcas con el fin de ampliar el abanico y ofrecer más opciones a todos sus clientes, ya sean fijos o potenciales.
Estas adquisiciones no significan que las marcas sean más rentables, sino que es la única manera de tener todo el espectro de negocio cubierto y por consiguiente, que cada grupo hotelero cuente con un producto ajustado a cada nicho.
En este sentido, nosotros como operadores hoteleros que buscamos la capacidad de generar negocio real, tenemos la tarea de averiguar qué compañía es capaz de generar más tráfico. Y en gran medida, eso depende de la capacidad de las cadenas hoteleras para adaptar sus productos y marcas a un nicho en constante cambio y evolución.
Pero la cuestión que surge ante esta tendencia es ¿cuál es la planificación de la existencia de estas nuevas marcas? Probablemente no haya aún respuesta o una única solución. Todo dependerá de lo ágil que sean las grandes cadenas para adaptarse, crecer y crear una red atractiva que atraiga y fideliza al cliente.
(*)Director general Panoram Hotel Management
Sin duda alguna la fidelización y la construcción de marca son los pilares del futuro. Internet ha abierto a los usuarios la puerta de la información, la comparación y la prescripción de otros consumidores que ya han probado el servicio. No hay más remedio que adaptar el sector a las necesidades del usuario, de lo contrario, nuevas plataformas como AirBnB ofrecerán alternativas más atractivas.