La extrema izquierda independentista representada en Cataluña por Arran --las juventudes de la CUP-- y en el País Vasco por Sortu se han unido a otros movimientos radicales en poner en la diana al sector turístico, como a nivel mundial viene haciendo el Estado Islámico, en su caso mediante el terrorismo sobre destinos (Hasta 38 víctimas en dos hoteles por un atentado en Túnez).
El Estado Islámico ha dejado abiertamente claro que su objetivo es la industria turística, y para ello ha centrado gran parte de sus atentados en hoteles como en Burkina Faso, en playas como las de Túnez, en monumentos como en Karnak o Palmira, o en aeropuertos como Bruselas, así como en los dos principales destinos urbanos europeos, París y Londres, donde a raíz de estos ataques se ha desplomado el Sector (El terrorismo sigue contra los hoteles: más de 20 muertos en Burkina Faso)
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También Al Qaeda pretendía atacar el principal sector productivo de España y uno de los más sensibles a cualquier amenaza de seguridad: el turismo, según concluyó en 2012 el equipo de la Policía Nacional encargado de investigar los planes de tres presuntos terroristas islámicos detenidos entonces (El turismo andaluz, objetivo del terrorismo de Al Qaeda).
En España, aún sin métodos terroristas ni asesinatos, las organizaciones extremistas que han decidido poner en la diana al Turismo han sido colectivos como Arran o Sortu, con agresiones también a inocentes (El terrorismo islámico pone como objetivo al turismo vacacional).
Una tribuna de Jorge Vilches publicada este jueves por VozPópuli señalaba que "la Nueva Izquierda, burguesa hasta el tuétano, sustituyó el turismo por el viaje de conocimiento y solidaridad. El resto, con sus hoteles, restaurantes y resort, se trataba de "neocolonialismo", con el que el capital y el extranjero contaminaban la pureza de las costumbres locales, el paisaje como concepto, y la forma de vida autóctona. El turista era así un colono eventual, un invasor capitalista, estandarte de la vida burguesa, ociosa, hedonista, no comprometida con la lucha social".
El terrorismo, las gamberradas, etc son de dificil control y no son el origen de la turismofobia