Miami estrena tren privado, el primero de Estados Unidos

La larga península de Florida tiene una autopista, la 95, que discurre por la costa atlántica. Es su eje vertebral. Va desde la frontera con Georgia, en Jacksonville, hasta Miami, la ciudad más importante. En muchos tramos, desde la autopista 95 se ve perfectamente la vía del tren que circula en paralelo. Esa vía, como casi todas en Estados Unidos, ha estado dedicada a los trenes de carga. Amtrak, el único operador de trenes de pasajeros, una empresa pública que pierde dinero desde siempre, dejó de operar en Florida en los años 60. Desde entonces, no llegaba a Miami ningún tren de pasajeros.

Hasta ahora. Hace unos años, una empresa privada se ha lanzado a lo que en Estados Unidos es una verdadera aventura: ofrecer servicios ferroviarios para pasajeros, intentando aprovecharse de la única ventaja que puede ofrecer este servicio hoy, que es el colapso casi permanente de la autopista 95, de la dependen los ciudadanos de Florida para su movilidad. Brightline, como ocurriera con las empresas ferroviarias europeas del siglo XIX, lo hace todo, desde las vías a las estaciones, de los trenes a los horarios. Una gran y peligrosa apuesta, nunca vista antes en Estados Unidos.

Los trenes no son de alta velocidad, pero tampoco son muy lentos. Han sido fabricados expresamente por Siemens en California, esperando poder entrar en este país, reacio al ferrocarril.

La compañía ser llama Brightline. Su proyecto es unir Orlando, donde ya han construido la estación, con Miami. Un eje vertical en Florida. Pero van por fases. Ahora mismo, desde el 13 de enero pasado, ya está operando el tren entre Fort Lauderdale y West Palm Beach, un trayecto en el que invierte una media hora. Era el primer tramo, que se basa en la vía existente. Y este sábado se inaugura la conexión con Miami, de forma que el eje central de la operativa, Miami, Fort Lauderdale a West Palm Beach comenzará operar, con una duración de una hora entre Miami y West Palm Beach. En tres años, cuando se inaugure la vía nueva a Orlando, el viaje tendrá una duración de tres horas, porque entre West Palm Beach y Orlando habrá un viaje de dos horas.

La empresa, que se juega toda su inversión, ha hecho un excelente trabajo de relaciones públicas, ha puesto precios promocionales, ha creado cuanta oferta es posible. Pero, aún así y todo, los americanos son gente del coche, no del tren.

El periódico Palm Beach Post hizo una investigación: puso a diez de sus reporteros a contar cuántos pasajeros viajaban en los trenes. Cierto es que aún sólo operan entre dos ciudades menores como son West Palm Beach y Fort Lauderdale, pero también es verdad que debería de haber un efecto novedad en la aparición del tren. Pues bien, en muchos viajes se encontraron con que viajaban ocho pasajeros en todo el tren. En el que más, un trayecto en sábado por la tarde, no llegaba al cincuenta por ciento de la capacidad.

Es muy pronto, coinciden los expertos, para aventurar si los americanos europeizarán sus modos de transporte, pero los primeros indicios no son muy prometedores. Sin embargo, queda la apertura de este fin de semana. La gran ciudad de Florida es Miami, que tiene una gran capacidad de atracción y de movilización. Por lo tanto, Brightline mantiene sus esperanzas.

El tren presenta algún problema menor de seguridad, porque la línea antigua tiene aún algunos cruces a nivel que son problemáticos. Pero, en cualquier caso, nada significativo. Las estaciones, todas de nuevo diseño, han sido elogiadas por su diseño y su funcionalidad. Y los trenes, producidos por una empresa con amplia experiencia, son de la máxima calidad.

Estados Unidos pues, se apresta a probar si el tren es o no es lo suyo. Y si esta vez no hay éxito, es poco probable que aparezcan otros candidatos a enterrar dinero en una aventura así.