Ante la alta rentabilidad de la compra-venta hotelera han incursionado en este mercado agentes sin experiencia, del sector inmobiliario y la abogacía que olvidan las reglas del juego. Cada vez hay más fondos de inversión de tamaño mediano que pueden provocar situaciones desagradables; “puede pasar como con Orizonia”, advierten brókers hoteleros (El juicio contra la directiva de Orizonia será en febrero).
“Un hotel no es un inmueble, sino una industria”, enfatizan. Con su proceso de compra-venta siempre hay cambios que afectan a los trabajadores y “cuando solo se busca rentabilidad lo primero que se hace es despedir a los trabajadores veteranos”. Porque con la operación se revisan todo lo concerniente al hotel, desde permisos, infraestructuras, contratos…
Por ejemplo, cinco años atrás no interesaban los hoteles canarios por “su alto pasivo” ya que estaban abiertos todo el año, sin embargo en la actualidad la temporada baja funciona bien y sí es rentable el negocio.
Entre las reglas del juego de la compra-venta hotelera destaca la confidencialidad, “hoy muy difícil”. La venta es “un proceso en el tiempo. Primero conoces la empresa, pones un precio razonable (antes era su beneficio bruto por 10), y se puede alargar 8 o 9 meses si es rápido y hasta dos años”. Se trata de contratos complicados en los que el comprador es una sociedad. Las propiedades adquiridas suelen requerir de inversión porque “son hoteles que no están al 100%”, pero el fondo de inversión solo está interesado en comprar y vender.
Sus protocolos de compra “son muy complicados, conllevan largas revisiones”, que se resultan difíciles en las empresas familiares. Por ellos, los grandes fondos de inversión van de la mano de las cadenas hoteleras y los grandes auditores; los fondos compran y las hoteleras gestionan.
El hotelero independiente cada vez lo va a tener más complicado, con la globalización del turismo crece la concentración en grandes cadenas, como defiende Simón Pedro Barcelo, el copresidente del Grupo Barceló, son necesarias las hoteleras más grandes para competir internacionalmente, con las OTA y abarcar el mercado asiático (Simón Pedro Barceló: por qué NH y por qué ahora).
Que vendrá el sol cuando se lleven las nubes y la tierra seca
hará sentir en la cara escozor; ese picor de no saber cual
será la verdad, si el repetir el pasado o que vuelva a pasar.
Ni se entiende ni se puede explicar; lo que dice ni lo que
se intenta comentar, aun estando muy claro el pasado y mas
claro el futuro que siguen tejiendo buitres y mal amamantados