¿Qué partido hace más por el turismo?

Preferente.com ha tenido una iniciativa. Preguntar a los profesionales del Turismo en sus más diferentes sectores sobre qué partido, en su opinión, hace más por el Sector y se preocupa más por su desarrollo y crecimiento.

Escribo este artículo en las primeras horas del viernes pasado cuando todavía la encuesta estaba viva. No creo que haya mucha diferencia final de los resultados que a esa hora ofrece. Lidera el ránking el PP (39 por ciento); Ciudadanos (27 por ciento); PSOE (20 por ciento) y  Podemos (14 por ciento). En realidad y bien mirado, sólo tenemos experiencia de los dos primeros (PP y PSOE) porque han sido hasta la fecha las únicas formaciones que han tenido el poder nacional en sus manos. Pero es un hecho cierto, igualmente, que tanto Podemos y en menor medida las huestes de Albert Rivera, han dejado ver su patita al respecto. Por sus declaraciones y posicionamientos generales respecto del Sector Turístico, por un lado, y las medidas adoptadas en ayuntamientos, diputaciones y CCAA donde gobiernan o tienen posiciones definitivas.

Creo que ese resultado demoscópico, realizado directamente y sin cortapisa alguna, por lo tanto tiene algún valor para conocer la posición de los profesionales españoles respecto a la cosa; se compadece con lo que piensa la “calle” al respecto. Con todos los matices que se quiera, por supuesto.

ASUNTO DE ESTADO

Yo haría, sin embargo, una enmienda a la totalidad. En lo referido al fondo de la cuestión. Tal y como está el PIB español (13 por ciento ya dependiente del Sector) la defensa de la primera industria nacional no debería admitir matices, siquiera los mínimos, respecto a su defensa, crecimiento ordenado y sostenible y valoración del conjunto de la sociedad.

Es algo tan obvio que las diferentes fuerzas políticas nacionales y regionales (hasta locales) deberían coincidir en principios mínimos para salvar un “bien de Estado” como es el turismo. Dentro de ese contexto, cada cual (según localización, por ejemplo) puede tener sus planteamientos concretos, pero en ningún caso cuestionar la esencia de la actividad. En román paladino, todos tirando del mismo carro que no quiere decir confundirse o mimetizarse una propuesta sobre otra.

El Sector debería ser considerado, vuelvo a insistir, como una cuestión de Estado que en el fondo no es otra cosa que preocuparse porque los puestos de trabajo crezcan y en mejores condiciones para todos, amén de que los empresarios y emprendedores puedan otear el futuro y sus inversiones con una cierta seguridad y confianza. El resto, se me antojan bagatelas y meros brindis al sol. No creo que nadie pueda calzar ni medio puñado de votos arremetiendo contra la gallina de los huevos de oro.

CURSO DECISIVO

Dentro de una semana habrá llegado el momento de hacer balance del Verano 2018; algunos datos están llegando ya. En general, dicen los hoteleros, el descenso del presente ejercicio veraniego ha sido levemente inferior respecto al 2017, el año de todos los récords.

Lo que sí parece fuera de toda discusión –tal y como apuntan los principal medios informativos generalistas estos días– es que el Sector en general y el hotelero en particular se enfrenta a grandes movimientos empresariales que pueden configurar una nueva realidad y lo que es más importante un novísimo futuro inmediato.

Parece evidente que desde hace al menos doce meses han quedado asignaturas pendientes por aprobar. Quizá haya llegado el momento de una nueva y definitiva convocatoria.