La quiebra de Wow Air, la enésima del sector aéreo en los últimos años, pone de evidencia de nuevo la desigual relación entre agencias y aerolíneas, ya que el lobby aéreo de la IATA impone un aval a los intermediarios para cubrirse frente a eventuales impagos y bancarrotas, mientras que a la inversa no ocurre lo mismo, dejando a los intermediarios desprotegidos.
En los últimos años la IATA ha endurecido incluso la exigencia de cobro a las agencias llegando a liquidar el BSP hasta de forma semanal, aprovechando su fuerza al ser las rutas unos claros oligopolios con un puñado de aerolíneas concentrándolas, y aprovechando la enorme atomización de las agencias, con miles de empresas en cada país.
Pero las cada vez más exigentes condiciones del lobby aéreo hacia sus principales clientes, ya que las agencias concentran al menos la mitad de ingresos de las aerolíneas, ha carecido de reciprocidad ya que la IATA por ejemplo ha logrado que las aerolíneas no tengan que aportar un aval ante las agencias para cubrirlas de las periódicas quiebras que como la de Wow vienen sucediéndose en los últimos tiempos.
La muy distinta naturaleza de ambas partes —de uno a cinco operadores por ruta aérea, es decir un oligopolio, frente a las casi diez mil agencias por ejemplo en España— dificulta una relación más igualitaria, pero ello no quita para que los intermediarios turísticos acentúen su lucha para conseguir mayor reciprocidad de un modo que además de un trato más igualitario entre todos actúen para fortalecer más a todo el sector.
Eso, es ley del embudo.
Como siempre, excelente artículo.
Lección magistral para las diferentes asociaciones del sector.
Enhorabuena
IATA es normal que no haga nada contra las aerolíneas porque sería tirar piedras contra su propio tejado. Quienes deberían obligarlas a tener una garantía son los estados, lo mismo que nos obligan a las agencias de viajes, y ninguno está por la labor de hacer nada contra el lobby aéreo.
Eso he dicho yo y alguien dijo que era para enchufar a pollticos incompetentes y corruptos.