¿Regeneración?¿Qué regeneración? Ansiaban el poder para ocupar el puesto de los caídos (no los del valle del ídem). Y, como no, para disfrutar de suculentos cargos y grandes bicocas: Red Eléctrica, Correos, Aena, Renfe, Paradores… Cientos de miles de euros de sueldo como presidentes y, encima, sin conocimiento alguno del departamento asignado. Otro exceso más de la clase política, tal cual los despropósitos llevados a cabo por Rajoy (y antes Zapatero, y antes Aznar, y así).
Rajoy mantuvo a la ex señora de Rato al frente de Paradores pese a que su nombre apareció en varias sociedades oscuras del poderoso ex ministro y que le llevó a ser imputado. El impasible y silente gallego se tomaba con una calma desesperante todos los problemas que acuciaban al país, y el de la señora Alarcó no le iba a quitar su plácido sueño (pecatta minutta en comparación con el tsunami de los independentistas catalanes, el marrón de Bárcenas y otros casos ardientes y sonrojantes del PP).
¿Qué ha hecho Sánchez en el caso concreto de Paradores tras obtener la presidencia del Gobierno “para cambiar el país y traer una brizna de aire fresco a un Gobierno necesitado de un cambio profundo”? Pues ha hecho lo mismo que su antecesor en la Moncloa: colocar en la cúpula a otro cargo político. Más de lo mismo: Oscar López por Ángeles Alarcó. Un socialista de partido por una conservadora de partido. Y a Paradores, como a Renfe y a Aena, que se las den bien dadas en el trasero (pagan los contribuyentes)
Los buenistas, que los hay, se habrán desilusionados con estos nombramientos (ellos esperaban el cambio prometido, como si las promesas de los políticos fuesen palabra de Dios). Los realistas, por el contrario, poco podían esperar de un Gobierno que con tal de paladear las mieles del poder es capaz de aliarse con los que quieren romper la unidad de España, con los que luchan contra la economía libre de mercado, con los pretenden acabar con una concordia que es vital para la marcha del país y que encarna este Rey.
¿O esperaban que en Paradores fueran a situar siquiera a un funcionario de los muchos buenos que hay en Turespaña para que en el caso de que el Gobierno durase poco—todo es posible-- pudiera volver sin problemas, tras la excedencia, a su anterior puesto de trabajo, ya que hubiese sido difícil encontrar a un acreditado ejecutivo capaz de dejar su cargo en la empresa privada, donde habría tenido problemas para retornar? Chollos como los de Paradores, para los compromisos. Y así sucesivamente…
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