Thomas Cook y Riviera Maya: tormenta perfecta para Hipotels

Juan Llull es muy conocido en su tierra, Mallorca, por haber forjado una importante cadena hotelera de tamaño medio. Su compañía se llama Hipotels y suma una treintena de establecimientos distribuidos sobre todo por la isla que lo vio nacer y por Cádiz. A finales del año pasado dio el salto al otro lado del charco, en concreto al Caribe mexicano, donde dispone de tan sólo un hotel. Llull es uno de los hoteleros más afectados por la quiebra de Thomas Cook con 20 millones de euros. A este empresario introvertido y nada mediático le ha llegado la tormenta perfecta en menos de doce meses.

Su particular tsunami financiero le ha sobrevenido por la compleja situación que atraviesa el destino mexicano y por el derrumbe del grupo británico. Llull nunca habla en prensa, pero con ocasión de la caída de TC se ha despachado a gusto en los medios de su tierra y ha criticado con dureza  a la cúpula del operador, por quien dice sentirse engañado. Juan Llull es el único hotelero de España que ha arremetido contra Peter Frankhauser, en el que centra todas las críticas. El empresario mallorquín que domina la zona del levante y la provincia de Cádiz ha comentado a su círculo que saldrán adelante a pesar del zurriagazo económico.

Hipotels es una empresa solvente a la que se le calcula unos 60 millones de euros de beneficios en el balance de 2018. Hay quienes consideran que los registros son aún superiores. Lo cierto es que es una cadena con mucha liquidez, un imperio hotelero no muy conocido por la timidez y la austeridad de su presidente. En sus manifestaciones a la prensa isleña, Juan o Joan Llull —o Monget como se le conoce en su pueblo—no habla del “mal de ojo" que parece que le ha han echado a Hipotels en el ultimo año . Primero por coincidir la apertura de su hotel del Caribe con el grave problema que vive el destino y segundo por el desplome de TC (El dueño de Hipotels acusa a Thomas Cook de engañar a todos los hoteleros).

Un huracán perfecto al que podrá hacer frente por el enorme patrimonio y las reservas de la compañía . “Sortirem”, (saldremos adelante, en castellano), le cometa Llull a todos los que se interesan por la situación de su grupo. Hipotels puso a la venta este verano dos establecimientos de Cala Millor para hacer frente a la inversión de Riviera Maya; es decir, antes de que quebrara Thomas Cook. Una inversión fallida por el cúmulo de factores negativos que se cierne en estos momentos  sobre Quintana Roo: enfrentamientos entre narcos, sargazo, exceso de camas, gobierno central populista, etcétera .

Llull, quien se aproxima a los 85 años de edad, es un luchador nato al que las autoridades de su tierra le han negado el esfuerzo y la visión empresarial  que las de Cádiz sí han sabido reconocer. Le pasa lo mismo que a José Luis Carrillo, de Globales, otro gran empresario mediano de Mallorca que ha sido distinguido por los cargos de fuera de la isla, en este caso por los de la Costa del Sol. (Carrillo y Llull coinciden además en tener más o menos la misma edad, en poseer cadenas súper saneadas y en ser golpeados por la caída de TC). A Llull lo único que le achacan es el riesgo comercial contraído con TC en un mismo destino. Él, tan ligado históricamente a la TUI...