Las autoridades de Quebec han confirmado la muerte de tres turistas y la desaparición de otros cinco franceses que se desplazaban con un deslizador de nieve sobre un lago congelado cuya superficie se abrió. Los policías dicen haber localizado los aparatos pero sólo algunos de los cuerpos de los turistas.
Según las informaciones, ocho turistas se desplazaban en otros tantos deslizadores cuando se abrió el lago. De ellos, tres han sido rescatados con vida pero murieron en el hospital al que habían sido trasladados. Seis aparatos han sido identificados en el fondo del lago. Cinco turistas están siendo buscados, con limitadas esperanzas de encontrarlos con vida.
La investigación ahora se centra en determinar si los viajeros se salieron de las zonas permitidas para los turistas o si la ruptura de la superficie del lago Saint-Jean tuvo lugar en una zona autorizada.
La ministra de Turismo de Quebec, Caroline Proulx, dijo que el gobierno debía de aprender la lección de este hecho y adoptar medidas para que no vuelva a suceder.
La zona se encuentra actualmente llena de policías y equipos de rescate, con sonars de uso submarino así como helicópteros.
Quebec dispone de miles de kilómetros de zona para uso de los turistas, debidamente señalizadas. Normalmente unas 20 personas mueren anualmente en accidentes en estos equipos de deslizamiento en la nieve, aunque rara vez por hundimiento en un lago.
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