La aporofobia (odio a la pobreza) ha desatado la indignación en Benidorm. Un grupo de turistas ingleses que celebraba una despedida de soltero ha utilizado a un joven polaco sin hogar para mofarse de él. El grupo pagó 100 euros para que el indigente se tatuara el nombre del novio en la frente.
La historia ha sido denunciada públicamente por la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm. La presidenta de este colectivo, Karen Maling, ha iniciado una colecta a través de Facebook para intentar borrar el tatuaje de la frente del joven, Tomek, de 34 años y de origen polaco.
Maling ya ha conseguido recaudar cerca de 200 euros, aunque calcula que el coste para eliminar el tatuaje puede rondar los 300 euros, en función “de las sesiones necesarias y del dolor que le cause”. Sin embargo, Tomek lleva desaparecido desde hace dos semanas. “No sabemos dónde está”, indica la ciudadana británica, que le ha buscado sin éxito por los lugares donde suele pernoctar.
Que malas personas estan como cabras esos igleses.