Gonzalo Bernardos, profesor de economía de la Universidad de Barcelona, sugiere la creación de "un Imserso especial" para suplir el desplome de la actividad turística (Imserso: el Gobierno suspende toda la temporada). Propone que éste arranque el 1 de julio y se extienda hasta el 31 de octubre, no estando limitado únicamente a los pensionistas, "sino que podría apuntarse cualquier persona".
Según detalla en un artículo publicado en El Español, la estancia mínima sería de siete noches en julio y agosto, y de cuatro en septiembre y octubre. Podrían formar parte del mismo la mayoría de hoteles, con independencia de su ubicación (playa, montaña, urbanos, etc.), quedando únicamente fuera los de una estrella, así como los apartamentos turísticos, albergues, hostales y campings. Los motivos de su exclusión son que "crean menos empleo y que casi todos ellos son rentables a un precio por día sustancialmente inferior al que necesitan para serlo los otros establecimientos".
Según la propuesta de Bernardos, "los hoteles adheridos podrían elegir las semanas en que participarían en el programa y también el número de habitaciones que destinarían a él". No obstante, con una limitación: nunca la cifra ofrecida quedaría por debajo del 25% de su capacidad. El nuevo programa solo cubriría el alojamiento, con la finalidad de que los viajeros realizaran gasto suplementario en el hotel o bien en los bares y restaurantes próximos.
El Estado aportaría entre 10 y 15 euros por habitación
La aportación del Estado sería idéntica para todos los establecimientos: en julio y agosto ascendería a 15 euros por habitación y en septiembre y octubre bajaría a 10 euros. En los dos primeros meses, el precio del alojamiento nunca podría superar los 80 euros por habitación y día en los hoteles de cuatro y cinco estrellas y los 60 euros en los de dos y tres. En septiembre y octubre, los primeros no podrían sobrepasar los 65 y los segundos exceder los 45 euros.
"Para favorecer el negocio de aerolíneas, tiendas de modas, restaurantes y otros comercios, el nuevo Imserso crearía una tarjeta de débito que les permitiría disfrutar de un descuento del 30% en las compras abonadas con ella durante su período vacacional", prosigue el economista. El límite de gasto sería de 3.000 euros por habitación.
Bernardos entiende que un proyecto de esta índole tendría "una acogida muy favorable por parte de los ciudadanos". Después de semanas de confinamiento, "les permitiría disfrutar de unas vacaciones por un módico precio y al alcance de casi todos los bolsillos".
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