Un vuelo de Ryanair que partió de Tenerife Sur con destino Prestwick, en Escocia, tuvo que regresar a la Isla 13 minutos después de su despegue debido a la indisposición de uno de sus pilotos. El incidente se produjo este domingo y obligó a activar los sistemas de emergencias previstos para este tipo de situaciones en el aeropuerto tinerfeño, informa Diario de Avisos. Afortunadamente, todo quedó en un susto.
Los encargados de la dirección del tráfico aéreo dieron máxima prioridad al avión y recortaron la ruta. Asimismo, coordinaron la atención médica y activaron el protocolo de emergencias, según informaron los profesionales del sector en su cuenta de Twitter (@controladores), informa La Provincia. El avión aterrizó a las 12.49 horas con normalidad, y ni siquiera tuvo que quemar combustible, como se suele realizar cuando existe un problema técnico para así disminuir el peso de la aeronave y facilitar la operación de aproximación.
Fuentes aeroportuarias consultadas apuntaron que este tipo de incidencias son entrenadas con asiduidad por parte de los pilotos y que no suponen ningún problema de seguridad ya que están preparados para que uno de ellos pueda dirigir la aeronave en solitario.
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