Danielle Steinberg, productora de Gizmodo Media Group, narra en primera persona su particular “historia de horror” con Airbnb en la ciudad californiana de Anaheim. El anfitrión de la vivienda en la que se alojó con dos compañeras de trabajo no dejó de acosarlas durante los 4 días de permanencia y terminó denunciándolas por un robo que nunca existió.
La historia, poco menos surrealista, describe a un anfitrión entrometido en el día a día de las chicas, hasta el punto de estar en todo momento en el interior de la vivienda (excepto cuando dormían), quitar el candado de seguridad de la puerta, husmear en sus pertenencias y beberse sus botellas de agua (Alquiler turístico: Hacienda crea un modelo de renta para prevenir el fraude).
Con la excusa de que se acababa de divorciar, el propietario del Airbnb no las dejó tranquilas en ningún momento compartiendo sus penas e incluso dejando que personas extrañas entraran a la casa en ausencia de las huéspedes. Fueron 4 días de pesadilla para Steinberg y su equipo quienes al regresar a casa decidieron quejarse con la plataforma.
“Cuando Airbnb se puso en contacto con él, les dijo furiosamente que le habíamos robado 15.000 dólares en pertenecías de su casa”, narra la afectada, explicando que el anfitrión aportó una fotografía de algunos objetos personales de las chicas, alegando que eran de él y formaban parte de los que las huéspedes le habían sustraído (Airbnb permitirá a los vecinos informar sobre los malos hábitos de los anfitriones).
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