La crisis económica de los hoteles y aerolíneas esconde el drama de incontables negocios que viven en torno al turismo y el transporte. Como el de la conocida cadena WH Smith, una empresa británica de venta de periódicos, revistas, libros y alimentación rápida, presente en decenas de países y que estaba también en proceso de instalarse en España. La cadena dispone de más de mil tiendas en el mundo, de las que 558 siguen abiertas.
La virtual paralización de las ventas en los puertos y aeropuertos la obliga a cerrar urgentemente 25 de sus tiendas, debido a que ha tendio unos 300 millones de euros de pérdidas en este año.
Además, confirma la pérdida de 200 puestos de trabajo, debido al coronavirus, además de otros 1.500 que también desaparecen pero no vinculados con la pandemia.
En los últimos doce meses, contando también con los meses de las navidades pasadas, que fueron normales, las ventas cayeron en el grupo un 19 por ciento y un 43 por ciento en las tiendas de los aeropuertos y estaciones de tren. En cambio, las ventas online crecieron, pero pese a ello son insignificantes por la propia naturaleza del producto que venden.
En Estados Unidos, donde también hubo crisis, las ventas están recuperándose más notablemente que en Europa, donde las cosas siguen estancadas, especialmente ahora con la segunda oleada del coronavirus.
El año pasado el grupo había ganado 140 millones de euros, lo cual contrasta con las pérdidas de ahora.
Sin embargo, el director de la compañía, Carl Cowling, dijo que este tipo de negocio es “resistente y ágil”, señalando que cree que está en una situación buena para recuperarse en la medida en que la actividad vuelva a la normalidad”. Desde luego, cuesta pensar que si el volumen de pasajeros por los aeropuertos se recupera, las ventas de sus productos no tornen a la normalidad. Mientras, habrá que sufrir los números rojos.
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