Virgin Australia renace pero nacional y sólo con 737

Virgin Australia había suspendido pagos, fue intervenida judicialmente y ahora tiene un nuevo propietario que es Bain Capital, un fondo de inversión. Y vuelve a volar pero con algunas diferencias respecto a lo que era antes: ahora pretende ser una aerolínea local. Claro, que si la “localidad” se llama Australia, que es más grande que Europa, estamos ante un mercado enorme. Pero, en todo caso, significa que Virgin Australia abandona las rutas de largo radio como Tokio o como Los Ángeles, y los aviones de dos pasillos.

La nueva propiedad pretende que Virgin recupere el prestigio que ha tenido. Y para eso toma medidas desde el primer día: unificación de flota, ahora sólo habrá Boeing 737. Se mantiene la filial Virgin Australia Regional, que operará aviones de menos cabida, en rutas extremadamente locales. Se cierra definitivamente Tigerair, que era una filial low-cost. También, definitivamente, toda la operativa de Virgin pasa a tener una única sede en Brisbane.

El cambio de flota significa que habrá 3000 despidos en personal que trabajaba para aviones que ya no serán de la compañía. Sin embargo, también se pueden ver las cosas desde el punto de vista opuesto: otros seis empleados sí continuarán teniendo en empleo y eso no estaba nada claro hace pocas semanas.

La nueva propiedad, como se imaginan –y como hacen hoy todos los gerentes de aerolíneas en el mundo-- va a aplicar recortes en todo y va a incrementar el uso de la informática para simplificar operaciones.

El director general de la compañía, Paul Scurrah, dijo que “hemos pasado por un problema tremendo derivado del Covid, con muchos aeropuertos con un tres por ciento de los pasajeros del año pasado. La demanda para los vuelos nacionales tardará hasta tres años en recuperarse”, añadió, pero dijo que la nueva Virgin estará en primera línea para ello.