Antonio Banderas opina que las cuevas de Altamira, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1985, “no deberían abrirse al público por el deterioro que eso produce”. Una opinión que contrasta con la del titular de Turismo de Cantabria que abogaba hace solo unos meses por subastar entradas para visitarlas en Internet para atraer turistas con mucho dinero.
El actor malagueño que protagoniza una película sobre Marcelino Sanz de Sautuola, el descubridor de Altamira, asegura que él no entró en ellas para preparar el papel por respeto a los científicos y antropólogos. “La gente del museo me contaba que las cuevas estaban en un peligro real de ir desapareciendo poco a poco. Creo que existe una obligación por parte de la gente que tiene su custodia de permitir una entrada muy, muy restringida. Yo, por ejemplo, no quise entrar”.
La actitud de Banderas contrasta con la de Francisco Martín, consejero cántabro de Turismo, quien propone “utilizar Altamira como reclamo turístico” y “hacerlo como sea”. “Cruzaré la raya roja de Altamira para acabar con el paro. Podemos utilizar Altamira como reclamo turístico, si me tengo que poner la nariz roja y los zapatones de payaso para atraer más turistas lo haré”.
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