Antonio Gil, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), ha afirmado: “Estamos encima de una mina de diamantes”. El líder de la patronal se refería así esta semana al “enorme potencial de crecimiento” que tiene el destino madrileño donde, a su juicio, “queda todo por hacer en el mercado internacional”.
Gil ha hecho estas declaraciones en la presentación de la nueva Unión Empresarial por la Promoción Turística de Madrid, de la que forman parte la propia AEHM además de la asociación de Empresarios del Hospedaje (AEHCAM), de agencias de viajes (AEMAV), de empresas de restauración (AMER), OPC Madrid, la Unión Madrileña de Agencias de Viaje (UMAV), la Confederación del Comercio Especializado (COCEM), Noche Madrid y La Viña.
El presidente de los hoteleros, que presidirá también La Unión, ha pedido por carta a la alcaldesa Ana Botella y al presidente regional Ignacio González que se unifique en un solo ente la labor de promoción turística y ha abogado por que se prime “un perfil técnico” y la “colaboración público-privada que despolitice la gestión de la toma de decisiones”.
Sobre los motivos por los que Madrid vive una particular crisis turística, Antonio Gil ha señalado que “el turismo basado en el ocio nacional y en el de negocio nos ha dejado con la crisis y sin paraguas para el turismo internacional”. Así mismo, ha dado su parte de responsabilidad a “la crisis de Iberia y las tasas abusivas aeroportuarias”.
El primer objetivo de la recién nacida Unión es recuperar el turismo internacional, a la luz de que Madrid es la única capital europea en la que el visitante nacional es mayoritario. Según datos aportados por Gil, la media de turistas extranjeros en las principales ciudades de Europa es del 79%.
Yo si fuera usted empezarìa a picar en busca de los diamantes, por que lo que está claro que como esperèn ser UN Londres, Paris, Barcelona, Roma en lo que hace refencìa al turismo internacional, se ganaràn antes la vida con los diamantes.
El problema es que Madrid es feo. Si, porque está hecho para el coche, con auténticas autopistas urbanas en vez de calles. Porque la arquitectura del S.XX y XXI la ha destrozado. Porque sus habitantes no se preocupan por la estética y colocan cerramientos y aires acondicionados horrendos en las fachadas. Porque las aceras están descuidadas. Porque la suciedad y el vandalismo campan a sus anchas.