Aramón ha encargado el proyecto a la firma del arquitecto Norman Foster, que se encargará de los edificios más significativos, el mobiliario urbano y las señalizaciones. La nueva zona tendrá una superficie de 457 hectáreas, 100 kilómetros de nuevas pistas y 27 nuevos remontes con capacidad para 300.000 esquiadores más. El aumento del número de usuarios generará un volumen de negocio de 80 millones anuales. La iniciativa creará 2.000 empleos directos e indirectos. El sector servicios acaparará el 80% de la nueva actividad generada, sobre todo hostelería y restauración, transporte y actividad inmobiliaria.
El presidente, Francisco Bono, ha justificado la elección del estudio de Norman Foster por su relevancia en el panorama mundial de la arquitectura, como demuestran los 470 premios y menciones a la excelencia y las 86 competiciones ganadas desde su puesta en marcha, en 1967. Según el grupo empresarial, el proyecto será "sostenible y respetuoso con el medio ambiente".
Aramón gestiona también las estaciones de Formigal y Panticosa en Huesca, y Javalambre y Valdelinares en Teruel. En Aragón, el sector de la nieve genera 605 millones de euros al año y 14.000 empleos directos e indirectos.
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