En turismo, todo está estudiado; todo se mide; todo se evalúa. Incluso el tiempo en que un territorio tarda en reponerse de un atentado terrorista, de una oleada de huelgas, de una crisis de imagen por hechos violentos, o similares. Esta semana tuvo lugar en Londres la cuarta asamblea “Global Resilience”, organizada por el Consejo Mundial para la Resistencia del Transporte y el Turismo, que estudia el fenómeno del retorno a la normalidad tras un episodio negativo de gran impacto y la evidencia indica que los tiempos de recuperación están cayendo rápidamente.
Gloria Guevara, la directora general del Consejo Mundial para el Transporte y el Turismo, presentó un informe que indica que el tiempo para que un territorio se recupere de una situación conflictiva ha bajado de los 22 a los 10 meses en 2019. En el caso de un atentado terrorista, el tiempo de normalización ahora es apenas de ocho semanas (Jubilados del Imserso no quieren ir a Cataluña: “Tenemos miedo”).
La directora de la oficina de Naciones Unidas dedicada a la prevención de los riesgos, dijo que, pese a estas previsiones, había que trabajar en mejorar los modelos de predicción de estas crisis. Kirsi Madi dijo que todos los afectados por una crisis de este tipo deben coordinarse mejor para reducir los riesgos.
En el caso de un hecho de estas dimensiones, las cuatro prioridades que los expertos manejan son las siguientes: entender el riesgo de un desastre; fortalecer los mecanismos para gestionar el riesgo, invertir en la reducción de los riesgos y la resistencia a las crisis y mejorar la preparación para una crisis de esta naturaleza en el sentido de tener respuestas más eficaces.
El consejo volverá a reunirse en la feria de Berlín, en marzo de 2020.
Si los actos son continuos el destino creo que no se recupera porque es constante, otra cosa es cuando es un acto puntual como un atentado.
Justo es eso, es como si en mi barrio matan a un vecino, no me planteo mudarme, si las muertes empiezan a ser periódicas si.