El turismo se ha desplomado en la isla indonesia de Bali por el efecto dominó del coronavirus, a pesar de que el país insiste en que no han detectado ningún caso. Ya se han producido 40.000 cancelaciones de reservas de hoteles en las últimas semanas. Los turistas chinos suponen uno de cada seis visitantes de la isla, y desde que Indonesia prohibió todos los vuelos desde China el 5 de febrero el turismo ha caído de forma notable.
En la primera quincena de febrero, unas 740.000 personas visitaron la isla, 16,2% menos que en el mismo período del año pasado, según publica The Guardian. Otro factor importante en la caída de turistas es la desconfianza hacia el sistema sanitario en caso de que se produzcan nuevos infectados, ya que los únicos laboratorios que pueden detectar el virus están en Yakarta, y no en Bali o Lombok. Además, un estudio de Harvard sugiere que Indonesia, con 262 millones de habitantes, debería haber detectado al menos 10 pacientes infectados, por lo que se desconfía de la credibilidad de sus datos. Adang Bachtiar, un experto en salud pública de la Universidad de Indonesia, dijo que Bali "no tiene la capacidad" para tratar adecuadamente a los pacientes si se ven afectados en la isla, explica a The Guardian.
Los empleados turísticos explican que la prohibición de vuelos con China ha sido letal porque no solo afecta a los turistas chinos sino a otros turistas asiáticos. También las cancelaciones de viajes de negocios en Nusa Dua, un área turística de Bali han restado 5.200 visitantes. El efecto positivo es que los indonesios están posponiendo sus planes de viajar al extranjero, lo que ha provocado un aumento del turismo nacional en Indonesia.
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