Bali, uno de los destinos turísticos más prestigiosos del sureste asiático, la joya de Indonesia, declaró este martes el estado de emergencia debido a la aparición en el día de nueve nuevos casos de coronavirus de trasmisión local.
Por este motivo, se han introducido severas medidas de control en las llegadas a los puertos y aeropuertos, obligando a los visitantes a mantener una cuarentena de 14 días antes de poder pasearse por la isla. Obviamente, esto significa la puntilla para el turismo.
Hasta ahora Bali no había sufrido el impacto de la epidemia. Sin embargo, en un día se produjo un estallido de nueve casos, llevando a Wayan Koster, el gobernador, a adoptar la declaración de estado de emergencia.
De esos casos, ocho son ciudadanos locales mientras que uno es un extranjero, según informó el departamento local encargado de la lucha contra la pandemia. “La policía, el gobierno y los militares quedan autorizados a llevar a cabo controles mucho más exigentes para prevenir la expansión de la enfermedad”, según la disposición. Hasta ahora Bali tenía 19 casos, de los que dos habían resultado en fallecimiento.
En Indonesia se han llevado a cabo muy pocos tests, que tienen que ser enviados Jakarta.
La declaración de Bali como zona de emergencia ha desencadenado la salida masiva de ciudadanos australianos que aún quedaban en la isla.
“Si quiere volver a casa y aún puede encontrar vuelos comerciales, hágalo ya. Si no puede encontrar esos vuelos, organícese para quedarse en Bali por un periodo de tiempo más bien largo”, señala un portal local con información para los turistas.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo