Cataluña estará presente este domingo en la Wolrd Travel Market con un estand propio, separado del de España, tal como ha venido haciendo desde la primera vez que asistió a esta feria. Nada que no se sepa, pues. La novedad, y no es insustancial, sin embargo, radica en saber si lo hará en nombre de una República independiente no reconocida ni por el Estado ni por la UE o como una región autónoma intervenida por el Gobierno de España. ¿Sus funcionarios representarán en Londres al Govern de la Generalitat o al Gobierno central?
El próximo domingo el mundo del turismo vivirá la primera parte del grotesco vodevil en el que se va a convertir la promoción exterior del turismo catalán a partir de ahora. Porque mientras no se normalice la situación derivada por el conflicto separatista, la imagen turística de Cataluña se tornara en algo superior al sainete, en un espectáculo cómico similar al del tira y afloja del pasado jueves ¿De quién dependerá Turismo : del equipo del rebelde Carlos Puigdemont o del de la circunstancial presidenta, Soraya Sáenz de Santamaría?
Una vez haya aterrizado en la Ciudad Condal el ‘team’ de la vicepresidenta con el encargo de ponerse al frente de los organismos públicos hasta que se celebren elecciones, ¿pasará Turismo al ministerio de Álvaro Nadal y la promoción, por tanto, a manos de Turespaña, o sea de Manuel Butler, el director general? ¿Habrá resistencia de los funcionarios a ceder el testigo de Turismo al Gobierno de Rajoy porque solo aceptan la decisión del Parlament o acatarán el mandato emanado por el artículo 155 que refrendó el Senado?
La situación será aún más esperpéntica cuando tenga lugar Fitur a mediados de enero. A día de hoy, Cataluña no se ha dado de baja de la segunda feria turística más importante del mundo y que tendrá lugar tres semanas después de las elecciones. No es probable que para el 17 de enero se haya constituido el Govern. Pero en el caso de que gobiernen los independentistas, ¿querrán promocionarse en un país del que la mayoría de ellos no quieren saber nada, o bien poco, por ser generoso en la interpretación del sentir de los separatistas?
Este conflicto es muy de Valle-Inclán por la cascada de frikis que lo protagonizan, pero desgraciadamente tiene bastante más de Ortega y Gasset por la grave, tremenda, bárbara espiral de sinsentido en la que se ve inmerso. Lo que está pasando hoy en Cataluña lo dejó escrito el más grande de nuestros filósofos hace casi 80 años en “La España invertebrada”. Si algunos lo leyeran, igual no estaríamos donde estamos. O sí, vista la idiocia de unos gobernantes que se consideran genéticamente superiores al resto de españoles.
Fantástico artículo señor Serra
Saludos