La Semana Santa está a la vuelta de la esquina pero las reservas apenas se mueven. Cinco Días señala que, según la Confederación Empresarial de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes (Aedave), la época tradicional de vacaciones que en España se alarga este año del 31 de marzo al 8 de abril se va a ver tocada, y mucho, por la contracción del consumo nacional.
Juan Molas, presidente de Cehat, ha asegurado que las reservas han experimentado un fuerte recorte respecto a la misma época del año pasado y que afectan especialmente a los destinos de interior y rurales, que obtienen de la Semana Santa unos ingresos cruciales. Según Molas, mientras no se espera una bajada del turismo extranjero por el efecto aún de la ‘primavera árabe’, el turismo nacional es otro cantar, pues los ciudadanos españoles priorizan los gastos en vivienda, alimentación, sanidad y educación frente a los del ocio.
“Antes solo gastaban los ocupados, ahora ni eso”, ha declarado al diario económico el máximo representante de la patronal hotelera, quien se muestra preocupado por la posibilidad de que la ocupación, que en la Semana Santa de 2011 fue del 82%, se desplome este año hasta los niveles del año 2009, el peor de la presente crisis.
Desde Aedave, su presidente Vicente Blasco ha añadido un ‘mea culpa’ a la explicación de la situación actual. Además de la caída generalizada del consumo a causa del elevado paro y los recortes generalizados, Blasco ha señalado que las reservas para Semana Santa no se anticipan por culpa del propio sector, que ha “cultivado” la contratación de última hora “con las bajadas continuadas de precios para captar clientes”. Para el líder de Aedave, el turismo rural y el urbano van a ser los peor parados estas próximas fiestas de Pascua, mientras que el año pasado se notó especialmente en el norte de España y en los destinos de costa más maduros.
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