Durante la cumbre del G-7 que se acaba de celebrar en Biarritz (Francia), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en un rueda de prensa que su hotel de Miami sería el más idóneo para la próxima reunión, pero obvió un detalle y es que en 2016 un huésped denunció haber sufrido picaduras de chinches en este establecimiento.
Estados Unidos albergará el próximo la cumbre del G-7 y Trump explicó en Francia que su equipo le había presentado varias alternativas pero a él la que más le gustó es su propio hotel en Miami, el Trump National Doral Miami. Un establecimiento exclusivo de cinco estrellas que en 2016 estuvo en el ojo de la polémica por estar invadido de chinches, según la denuncia de uno de sus huéspedes, publica Periodista Digital (Trump en Biarritz: mi hotel de Miami es el mejor para el G7 de 2020).
El complejo hotelero cuenta con 643 habitaciones, 14 suits de lujo y dos dormitorios con categoría de ‘Presidencial’. Además, posee amplias salas, donde se acogen desde reuniones de empresa hasta bodas o importantes eventos como el de Miss Universo del año 2015. Todas las estancias tienen el sello ‘Trump’ y están decoradas a su gusto. Esto es, tonos dorados, grandes cortinas y muchas lámparas colgando del techo, señala el citado medio.
Otros de los principales atractivos son sus espacios destinados al ocio y el deporte. Así, el complejo estadounidense alberga con varios campos de golf, lagos, pistas de tenis, un club social, piscinas y restaurantes. Numerosas estancias que, sin embargo, no le han salido rentables a Trump.
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