La falta de entendimiento entre los siete grupos municipales del Ayuntamiento de Barcelona ha obligado a retrasar hasta otoño la aprobación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que tenía previsto lanzar la alcaldesa Ada Colau en julio.
Así, cuando se cumpla un año de la moratoria impulsada por la alcaldesa de Barcelona será necesario prorrogarla durante un ejercicio más (Ada Colau amplía la moratoria un año más) pues, al término del plazo de exposición del PEUAT, el Ayuntamiento recibió un total de 130 alegaciones, lo que imposibilita su aprobación inmediata y obliga a seguir buscando vías de entendimiento.
La oposición pide “consenso social y político” para redactar un plan que pueda ser aprobado por todos. Jaume Collboni, segundo teniente de alcalde, solicitó antes de formar parte del Ayuntamiento que se levantara la moratoria en barrios sin presión turística.
El PEUAT no permite abrir ni un solo piso turístico más y centrifuga la futura oferta de hoteles, albergues o pensiones en la periferia de la ciudad, según publica El País en su edición catalana.
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