Cualquiera que visite Edimburgo en cualquier momento del año se va a quedar impresionado de ver la cantidad astronómica de turistas que se concentran en lo que se llama “la golden mile”, que es la calle que sube hasta el castillo y que es el centro neurálgico de la ciudad, al menos para los visitantes. Quien visite la ciudad en agosto, durante su famoso festival Fringe, quedará sorprendido de ver cuánta gente se puede llegar a desplazar a un lugar tan nórdico por un evento cultural.
Esto también impresiona a los habitantes de la ciudad entre quienes cada vez hay más preocupación por el aumento del turismo. Por eso acaba de nacer un movimiento que pretende defender a la ciudad del exceso de turistas, de la gentrificación y de los fenómenos urbanísticos que todo esto acarrera.
El movimiento de protesta anuncia que llevará a cabo acciones siempre no violentas. La presentación del movimiento va a tener lugar este miércoles, cuando se hará público un manifiesto con sus exigencias que podrían terminar siendo presentadas a las elecciones, si el movimiento adquiere este aspecto político que los promotores sugieren.
La intención central del movimiento es obligar al ayuntamiento a replantearse la estrategia de futuro de la ciudad y centrarla en un desarrollo sostenible, pensando en una ciudad habitable y con justicia social. El movimiento se declara ajeno a los partidos existentes. Como es evidente, Airbnb y su modelo de negocio figura entre las preocupaciones destacables. Por lo que denuncian, Airbnb ha supuesto una fuerte caída en el número de viviendas en oferta, con el consiguiente efecto de subida de precios y menor disponibilidad (Madrid corta por lo sano con Airbnb y ordena el cierre de 10.000 pisos turísticos).
Mientras aquí si hablas de turismo sostenible eres un chavista, si se habla de tasas turísticas quieres destrozar el turismo, si quieres regular el alquiler turístico eres un comunista peligroso....
La realidad es que el turismo se había considerado tradicionalmente como una industria limpia, no contaminante, al contrario que las fábricas e industrias químicas. Sin embargo, en algunos lugares como, al parecer, es Edimburgo, o también en Venecia, Florencia e incluso en Barcelona o Mallorca e Ibiza se ha convertido en una especie de plaga en el sentido de que perjudica y mucho a los residentes haciendo invivibles sus ciudades. La gente, generalmente, y en mi opinión, viaja demasiado. Es como una fiebre. Está sobrevalorado.
Es muy fácil pedir un turismo sostenible no masivo en un país que no vive del turismo.
Que será lo próximo? El vaticano diciendo que van a apostar por la agricultura ecológica no transgenica? xd
Despertadme cuando Italia o Francia digan que no quieren un turismo masivo....