El gobierno de EEUU presidido por Barack Obama ha asegurado que doblará el impuesto por pasajero que cobra a los viajeros de avión como una medida de recaudar más en la lucha de la primera potencia mundial contra su déficit. Así, se suma a Alemania y al Reino Unido al situar al sector aéreo como fuente de recaudación.
La subida que plantea la administración estadounidense se aplicará gradualmente hasta 2017. Actualmente, el conocido como gravamen de seguridad cuesta 2,5 dólares por vuelo. La pretensión de las autoridades de EEUU es subir este impuesto hasta los 5 dólares.
La IATA ya ha hecho público que repureba el conocido como impuesto de seguridad, que se implantó tras los atentados del 11 de septiembre.
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