Al menos una docena de chóferes de consejeros y directivos de Caja Madrid también disponían de tarjetas black con las que pagaban los caprichos de sus jefes, según han revelado a El Confidencial algunos de estos conductores. La suma de lo gastado no sería tan escandalosa como los 15,5 millones ‘fundidos’ por la cúpula pero sí podría alcanzar cientos de miles de euros.
Uno de los chóferes que tenía a su nombre una tarjeta opaca se ocupaba de los traslados de José Manuel Fernández Norniella, entre otros miembros de la alta dirección. El exsecretario de Estado de Turismo le encargó a su conductor la compra de “un iPad en El Corte Inglés de Generalísimo, como solía decir él”. Otros como Rodrigo Rato le pidieron un “reloj de 200 y pico euros” mientras que para Sánchez Barcoj y su mujer “cada dos por tres llevaba medicinas y productos de farmacia”.
Según relata uno de los conductores a El Confidencial “las tarjetas black para los chóferes se implantaron con la llegada de Miguel Blesa, en 1996, casi al mismo tiempo que las tarjetas de los propios directivos. Nosotros no podíamos cargar en ellas ningún gasto personal, salvo el alojamiento o las comidas cuando viajábamos fuera de Madrid para llevar al presidente o a algún director general a un acto oficial", explica uno de los conductores al citado digital.
"Muchas veces se trataba de viajes privados o de fin de semana, y en esos casos también pagábamos con nuestras tarjetas los peajes o el combustible", añade el mismo chófer. "Pero la mayoría de los gastos eran simples caprichos, eso sí, casi siempre muy caros, de los directivos y consejeros, que nos encargaban ellos mismos directamente o, en algunas ocasiones, sus secretarias".
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