Ni en España se muestran tan unidos los miembros del sector turístico como en Cuba, especialmente el hotelero. Lo acaban de demostrar estos días en Fit Cuba, todos apiñados. La isla caribeña ha conseguido en su feria turística sentar en una misma mesa a Escarrer, Barceló y Fluxá, algo inusual ahora mismo en nuestro país. El imán de la isla antillana y la reacción al boicot de Donald Trump está en el origen de esa unión, circunstancial pero real (El presidente de Cuba publica en su Twitter fotos con Escarrer, Fluxá e Hidalgo).
España era el país invitado en esta edición de Fit Cuba, pero esa no era la excusa para que hayan ido todos simbólicamente de la mano. La ministra hizo el papel que le correspondía, además de viajar más cómodamente que el resto de la familia turística allí presente. Con y sin Maroto los responsables del sector turístico con intereses en la isla antillana hubieran acudido masivamente para poner de manifiesto que obvian las presiones de Trump.
Estuvieron todos los responsables de las compañías: los que dominan el mercado, Meliá e Iberostar; los que se han asentado por encima de su tamaño, Blau, H10, Roc y Valentín ; y los que siendo grandes aspiran a una fuerte presencia, Barceló y Be Live. Acudió Hidalgo como dueño de un grupo que opera con varias marcas además de la hotelera: Air Europa y Travelplan. ( A Hidalgo no le gustó que no lo sentaran con sus colegas en la mesa presidencial).
El primero en llegar fue Fluxá, que entró por Holguín y que será el último en regresar. El presidente de Iberostar es el que más pasión siente por Cuba. Pero no solo estuvieron los españoles, pues también se desplazaron los canadienses de Sunwing, que con su hotelera es la tercera en el país y los franceses de Accor, ambos grupos operando con varias de sus enseñas. De los españoles, unos han puesto más dinero que otros pero todos apuestan por la imparangonable Isla.
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