El turismo de lujo vuelve a Barcelona

La afluencia de turistas de lujo vuelve a aumentar, una vez superados los efectos de la crisis para ciertas economías foráneas. En Barcelona los alojados en hoteles de 5 estrellas y 5 estrellas gran lujo representaron casi el 14% del total el año pasado y siguen al alza.

Según publica elperiodico.com, el año 2010 pasó a la historia por los récords turísticos de la ciudad, con casi un 75% de ocupación. En las categorías más altas, esta fue de un meritorio 67,8%, ocho puntos más que el año anterior, y la que más creció porcentualmente.

Aunque las tarifas de muchos hoteles de lujo rondan los 300 euros por noche, la Extreme Wow Suite del W vale 10.000, y las suites Real y Presidencial del Arts alcanzan los 12.000, aunque incluyen 400 metros cuadrados con dos dormitorios, gimnasio privado y entrenador personal, mayordomo, masaje de bienvenida para dos, traslados, un Mini Cooper para hacer una excursión por la ciudad y otros placeres, como acceso gratis al Club VIP.

En el Mandarin su reputado servicio es el mejor reclamo para abonar 7.000 euros por la Penthouse, en el Majestic el top es de 2.900, y en el novísimo Bagués de la Rambla, por 850 se duerme con vistas y yacusi en la terraza. Un precio que, como en su hermano (Derby Hoteles) Claris, no impide que el cliente requiera traslados con limusinas, viajes en helicóptero, masajes, tratamientos de lujo y muchos más.

En cuanto a nacionalidades, los más sibaritas suelen ser estadounidenses -muy acostumbrados a un servicio de altura- y rusos. Pero ingleses, italianos y franceses también tienen alta presencia en los 5 estrellas, y hasta los españoles se encuentran entre las tres principales nacionalidades en algunos casos. Eso sí, los que pisan fuerte y este verano han disparado las demandas son los viajeros de Oriente Próximo, y los que no dejan de crecer son los millonarios brasileños y mexicanos.