La Costa Dorada y la Costa Brava, principales destinos en nuestro país del turista ruso, han notado un descenso de un 20 por ciento en el número de visitantes procedentes de este país solo en el mes de agosto. Los hoteleros están muy preocupados ante una caída tan pronunciada que nadie esperaba pero reconocen su incapacidad para atajar la situación.
“El gran problema es que no nos esperábamos esta caída y que no hay mercados que curvan las plazas que no se han vendido a los rusos”, explica Juan Molas, presidente de Cehat. Una visión que comparte uno de los principales receptivos de turistas rusos, NT Incoming. Su director Jordi Matas afirma que “a día de hoy, día y a estas alturas de la temporada, no hay ningún mercado emisor que pueda llenar el hueco dejado por los visitantes rusos”.
La pérdida de poder adquisitivo está detrás del importante descenso en el que es uno de los mercados emisores que más gastan y que más días se quedan en el destino. El hecho de que el Gobierno de Rusia esté animando a sus compatriotas a pasar sus vacaciones en el país también ha influido en que este año hayan venido menos turistas rusos a España. En junio la caída comenzó siendo del 14 por ciento en Tarragona y Girona para incrementarse al 18% en julio y alcanzar el 20% este agosto.
Sin embargo, la preocupación del sector turístico española va más allá de esta temporada pues temen que no se trate de un hecho puntual. “Creemos que va a ir más allá de esta temporada y provocará una guerra de precios feroz”, alerta Jordi Matas.
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