Empresarios turísticos llenan el “Air Force One” (Cuba)

Creo, sinceramente, que el viaje que emprendió el pasado jueves Pedro Sánchez con destino a Cuba es uno de los pocos, dentro de los muchos que ha realizado en el escaso tiempo que lleva como primer ministro, que se justifica, al menos, como “viaje oficial”.

Por un lado, lo cierto es que la “isla grande” representó mucho en la Historia de 1492. No veo con malos ojos que el presidente del Gobierno viaje hasta La Habana con un montón de empresarios, muchos de ellos, los más significativos del sector turístico. A lo largo de las últimas décadas los empresarios españoles han sido vitales para que miles de cubanos pudieran comer. Cierto es, que Canadá y Francia, son naciones que han estado muy atentas para penetrar en cualquier resquicio.

Pero son culturas distintas que difícilmente pueden entender a los caribeños con muy fuertes raíces hispanas, por cierto, de las que los isleños se muestran sumamente orgullosos.

Cuba necesita de todo. Hay sectores en los que España puede aportar su 'know how' especializado: hoteles, infraestructuras ferroviarias, aéreas, receptivo y un largo etcétera camino del desarrollo. El hecho de que los primeros ejecutivos de las dos principales compañías aéreas españolas (Iberia y Air Europa) formen parte de esa delegación empresarial, junto a Gabriel Escarrer es un dato muy relevante al respecto.

Resulta esencial, por tanto, que España coadyuve a la transición política, desde luego, pero mucho más que ayude económicamente, con inversiones y empresas. Pero también está el hecho de que esas inversiones puedan y de hecho sean rentables. Sin Turismo, Cuba sería todavía mucho menos de lo que es. En unos meses veremos si la visita ha servido para algo o si sólo ha resultado una muesca más del presidente Sánchez en su afán por aparecer como un “hombrecito” en la escena iberoamericana.

PD. Quiero felicitar a Preferente y específicamente a Rafael Caballero por su presencia antigua en aquellos lares. La visión de futuro no tiene que conllevar necesariamente corolarios en la cuenta corriente, aunque tampoco es algo contrapuesto.