Las políticas de España están siendo “pasivas” a la hora de fomentar el turismo asiático, así lo confirma Rafael Cascales, presidente de la Asociación de Turismo España-China (ATEC) y promotor del Foro de Turismo entre ambos países (Fotec) en una entrevista a ABC. El principal inconveniente es la falta de accesibilidad para que un turista chino venga a España.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también ha publicado el Plan Asia 2018-2022, en el que se concluye que no se da la suficiente importancia al continente asiático, sobre todo, teniendo en cuenta la relevancia que tiene para la economía y el turismo. De hecho, uno de los grandes retos del sector es cambiar el modelo actual de cantidad y todo incluido por uno de más calidad, al ser el que genera más beneficios (Los 3 consejos para que España atraiga el turismo chino).
En este sentido, el turista chino es una clara referencia al ser el que más gasta, con una media de 2.600 euros por persona, y el que más viaja fuera de la temporada de verano. No obstante, España va retrasada respecto a otros países. Uno de los principales inconvenientes es la poca facilidad para que los viajeros de China visiten nuestro país, según declara Cascales. Por un lado, la conectividad aérea es escasa, y competidores directos como Francia e Italia tienen entre el doble y el triple de conexiones directas con el país asiático (Liechtenstein: el lugar de Europa que enloquece a los chinos), (Air Europa recupera la ruta a China que perdió por deficitaria).
Por otro lado, la obtención del visado es una auténtica odisea si se compara con el país galo, número uno a nivel mundial en recepción de turistas chinos. Para viajar a Francia, los turistas de China pueden sacarse el visado en un día y en multitud de sitios, incluso bancos con los que el Gobierno francés tiene acuerdos. Mientras que para ir España, el viajero tiene que viajar, al menos en dos ocasiones, a una ciudad que no es la suya para realizar el trámite.
Poco podemos esperar del gobierno y los gobiernos autonómicos. Llevo muchos años en Asia. España y sus autonomías se gastan una cantidad indecente de dinero en ferias de una forma inútil y sin ninguna coordinación. Sería bueno que hubiera coordinación (con Cataluña seguro que imposible) y que el enorme esfuerzo que España hace en lugares donde todo el mundo nos conoce, como Londres o Alemania, se invirtiera en nuevos mercados. Seguro que tampoco se hará, no sea que se le acabe el chollo a más de uno. El tema de los vuelos, es fundamental y es cierto que hay poquísimos, más que hace años, pero menos que a Finlandia o Austria, por mencionar dos destinos que nada tienen que ver con España. Le bueno es que a los chinos y los asiáticos les encanta España y, pese a todo, vienen y el mercado crece. Lo que sería si hiciéramos las cosas mejor! Aunque ya sé que nuestra distinguida clase dirigente está muy ocupada en temas más importantes, como en poner lazos, quitarlos, sacar o no a Franco de su tumba y, eso sí, subir impuestos para seguir chupando de los que les mantienen y espero les manden a todos a la calle
Tú lo acabas de decir, con Catalunya nada. Pués como catalán, quizá mejor. Yo solo digo que Catalunya trabajando a través de sus famosas embajadas, a conseguido en menos de 2 años vuelos directos a / des de Pekin, Sangay, Seul (Korean i Asiana), Hong King, Lahore, Singapore (hace ya años) y pendientes de Tokyo, pero en esta línea hay gato encerrado por culpa del gobierno central... a buen entendedor, pocas palabras faltan!
Pues casi mejor que no vengan, supongo que los jóvenes ya tendrán una educación mejor, y les habrán aleccionado para salir fuera de su país, pero por mi experiencia,en el país y sobre todo fuera -aunque entre tantos millones de personas no se puede decir que todos- son de una mala educación insufrible, de una falta de comportamiento y saber estar patética, no hay color, por poner un ejemplo, entre un grupo de chinos y uno de japoneses. Que antes de salir del país, aprender a comportarse, ya que por mucho que haya mejorado su situación económica, hay cosas que no las da el dinero sobrevenido.