El nuevo escenario político que han dejado las elecciones del 24M está teniendo un profundo impacto en todos los eslabones del sector turístico especialmente en el hotelero, con decenas de proyectos pendiendo de un hilo, pero también en las agencias de viajes donde ya constatan bajadas de ventas.
Solo en la ciudad de Barcelona hay inversiones turísticas por valor de 200 millones que están en el aire a la espera de ver si Ada Colau accede al Ayuntamiento de la ciudad y aplica la moratoria de licencias que anuncia su programa electoral. Entre los proyectos que se han congelado está el de la construcción de un hotel en la torre Deutsche Bank por parte del fondo KKH, pero también un establecimiento de lujo en la torre Agbar así como el ME que Meliá tiene previsto abrir en la calle Caspe y que está a la espera de los permisos municipales.
La Fórmula 1, importante fuente de ingresos para el sector turístico y polo de atracción de miles de visitantes cada año, también puede peligrar al anunciar Colau que la subvención de 4,5 millones de euros que el Ayuntamiento de Barcelona da al Circuito de Barcelona-Cataluña “no es una prioridad”.
Otros proyectos lo tienen aún mucho más negro en la capital catalana como es el caso del nuevo hotel proyectado en la zona de La Magoria, cerca de Sants, una de las grandes reservas de suelo de la ciudad, que ni siquiera cuenta con inversores.
La situación en la otra gran ciudad española, Madrid, es idéntica. La incertidumbre ante el nuevo panorama político es tal que hasta el magnate chino impulsor del Eurovegas alternativo al de Sheldon Adelson, Wang Jianling, ha pedido una audiencia con el rey Felipe VI para que apoye su ‘operación Campamento’. La posible llegada de Manuela Carmena a la alcaldía madrileña también ‘amenaza’ el hotel de cinco estrellas que planea el también dueño del Edificio España en dicho inmueble.
La constructora de Juan Miguel Villar Mir tampoco se libra del efecto postelectoral y ve con preocupación cómo su ‘operación Canalejas’, que contempla la construcción de un 5 estrellas que operará Four Seasons, podría quedarse en el aire por la intención de Carmona de “auditar” el proyecto.
En Baleares se tambalean también casi una decena de proyectos turísticos, la mayoría en Menorca donde el grupo francés Zannier Hotels y la compañía Mare e Terra planean levantar cinco nuevos resorts, cuatro de ellos de lujo, y que podrían quedar bloqueados si el PSOE accede al Consell y modifica, como es su intención, la Norma Territorial de Menorca.
En el caso de Mallorca y más concretamente en la Playa de Palma la construcción de dos nuevos hoteles de 4 y 5 estrellas que están pendientes de la aprobación del Plan de Reforma Integral de la zona están ahora más en el aire que nunca. A esto hay que añadir las 10 o 12 reformas previstas que tenían la intención de subir alturas y que probablemente ya no lo podrán hacer y el Palacio de Congresos de Palma, cuya adjudicación a Barceló se aplazó antes de las elecciones por una denuncia de la oposición.
El sector minorista tampoco se escapa a la incertidumbre que provoca la irrupción de nuevas formaciones de izquierdas en el mapa político español. Las grandes redes, tal y como publica este digital, ya han notado descensos en las ventas debido a las elecciones y temen que esta tónica perdure en el tiempo.
Como la reforma de playa de palma lo vuelvan a parar...madre mia.
Y esto es sólo el principio. La ruina. Sálvese quien pueda. No es broma.
Antes de irse estos fenómenos dejaron una deuda de 6000.millones y miles de pimes cerradas.Lo peor es que la incertidumbre se traduce ya en paron económico.