El gobierno británico ha puesto en marcha un grupo de trabajo para explorar distintas alternativas con el objetivo de reducir la cuarentena actual de 14 días para las personas que llegan al Reino Unido desde el extranjero, según informa The Guardian.
El gabinete británico evaluará ahora qué tipo de pruebas se realizarán para restaurar la confianza de los pasajeros y, a la vez, impulsar los viajes internacionales. Dirigido por el secretario de transporte, Grant Shapps, y el secretario de salud, Matt Hancok, el nuevo grupo de trabajo trabajará con expertos de la industria de viajes, empresas especializadas en test sanitarios, y científicos.
Las distintas propuestas se presentarán al primer ministro, Boris Johnson, a principios del mes de noviembre. En la actualidad los pasajeros que llegan procedentes de destinos internacionales (solo hay seis países excluidos) están obligados a realizar 14 días de autoaislamiento.
El objetivo es reducir la cuarentena con pruebas, sobre todo PCR que abonarán los propios pasajeros (unos 150 libras) y una doble prueba. "El gobierno no apoya el uso de una sola prueba a la llegada como alternativa al aislamiento. Sin embargo, una combinación de autoaislamiento y pruebas es prometedora", asegura Shapps.
La idea generalizada es que Gran Bretaña está por detrás de la mayoría de los países de Europa en relación con las pruebas en los aeropuertos. Los agentes de viajes han reclamado al gobierno una acción decisiva y urgente para frenar el despido de trabajadores.
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