Desde hace varias semanas, el Gobierno británico está dando sustos a los destinos turísticos, al calificar a unos u otros como destinos de riesgo, exigir que quienes provengan de ellos tengan que hacer la cuarentena en el país, incluidos sus conciudadanos, y así arruinar el turismo hacia estos destinos. Este jueves le pasó a Eslovenia, Islandia, Dinamarca y las islas de Guadalupe y Curaçao, las dos en el Caribe.
Pero ayer, la pequeña isla de Barbados, también del Caribe, devolvió la misma moneda a Londres, declarando que los viajeros procedentes de ese país son de “alto riesgo” y no pueden entrar en la isla sin antes someterse a una cuarentena de siete días. La nueva medida entra en vigor el primero de octubre que viene. Hay que admitir la valentía, porque Barbados tiene una presencia masiva de turismo británico.
Ya las cosas pintaban mal porque desde el pasado 19 de septiembre, la pequeña isla tropical exigía a los viajeros procedentes de ese país que presentaran un certificado de PCR negativo. Pero, como todo el mundo sabe, esta prueba no es muy fiable por lo que directamente se aplicará la cuarentena.
No obstante, Barbados mantiene la prueba PCR complementariamente. Esto es importante porque esa prueba tiene normalmente un coste de unos cien euros, que complicarán los viajes, si además sumamos la necesidad de la cuarentena.
Pasada la cuarentena hay que hacerse un segundo test, que no está muy claro quién ha de pagar. Para entonces, probablemente a todo turista se le hayan acabado los días de libranza en el trabajo, sin que haya podido ver una playa.
Londres no ha hecho comentarios.
La medida es plenamente coherente dado que el empeoramiento de los casos de Covid en Gran Bretaña avanza a ritmo normal. Ayer tenían unos 80 caso por cada cien mil habitantes, cuando 50 suele considerarse el límite para calificar a una región como “de riesgo”.
A ver si así el inepto de Boris se relaja.
Esto seria lo normal. Un 10 para Barbados.
Barbados..... muy bien.... reciprocidad y se libra de infectados brexit.... mis respetos