Islandia tiene pocos habitantes pero incluso en relación a su población, la incidencia del corinavirus ha sido mínima: diez muertos y 1.801 casos. En lo que va de mayo sólo se han confirmado tres nuevos casos.
Y abre al turista. El viajero ha de optar entre una cuarentena o hacerse el test del coronavirus en el mismo aeropuerto de Keflavik, a la llegada. El gobierno pagará los costes. La medida entrará en vigor el próximo 15 de junio.
El gobierno ha dicho que está trabajando en la fórmula que implementará pero que de alguna forma quiere recuperar el dinero de estas pruebas. En Viena también se hacen las pruebas, pero se cobra un precio de 199 euros.
En Islandia, el viajero que llega se ha de hacer la prueba y puede continuar al hotel o a su casa. Si el resultado fuera positivo, las autoridades lo localizarán y lo someterán a una cuarentena de 14 días. Si el viajero presenta un documento válido, expedido por un médico, reciente, en el que conste que no tiene el virus, puede pasar.
El gobierno también exigirá a los viajeros que se bajen una app para poder ser seguidos. El 40 por ciento de la población de Islandia tiene la app.
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