Si alguien estaba intentando ahuyentar el turismo en Cataluña ahí están los del Daesh coadyuvando decisivamente en el empeño suicida.
El mundo entero anda sobrecogido, una vez más, ante el terror global que no se para en aceras. Si algo ahuyenta el movimiento turístico esto es, sin duda, el miedo, la ausencia de paz y tranquilidad. No hará falta más irresponsables requiebros turismofóbicos para hacer que los que pensaban pasar por Barcelona o la Costa Dourada. Al menos, de forma inmediata. Luego el tiempo producirá el olvido. Ya estamos demasiado acostumbrados, por desgracia a estas cosas.
¡No aprendemos ni a golpe de furgonetas!.
DE AQUÍ NO SOBRA NADIE AL FIASCO “AIR BERLIN”
¡Ironías de la vida! En menos de siete días una personalidad alemana tan relevante, turísticamente hablando, como Fritz Joussen, consejero delegado de TUI, afirmó que en España ya sobran turistas por doquier; casi al tiempo una aerolínea de marca teutona tan conocida en España (especialmente en Mallorca) como “Air Berlín” venía a echar el cierre tras siete años acumulando pérdidas insalvables pese al poderío del país de la canciller Merkel.
Ambas noticias tienen su aquel, especialmente en el momento de formidable debate abierto en España a propósito de su principal industria nacional. Vayamos por partes.
Las manifestaciones de her Joussen han encontrado cumplida respuesta entre los principales empresarios españoles del sector que han querido ver gato encerrado al grito de “Das Deutschlandlied”. Sin duda, el sector turístico español, como todo en la vida, exige reformas, cambios, aproximaciones nuevas a una realidad cambiante, pero la base continúa siendo el “turista”, las personas que viajan por descanso o por trabajo.
¿Sobran visitantes en España? ¡Que se lo pregunte, por ejemplo, a Nueva York! En la ciudad de los rascacielos, la capital del mundo por antonomasia, no se puede dar un paso por Manhattan ni de noche ni al mediodía, mucho menos por la tarde, y hasta donde alcanza mi información el alcalde Bill di Blasio no ha hecho gala de turismofobia alguna. Más bien al contrario, se vuelca con el turista, anima a visitar su ciudad y hace todo lo que puede por albergar al mayor número posible de visitantes. Ignoro el por qué Fritz Joussen excluye a Nueva York de su lista negra en destinos turísticos. Debería tener, creo, mucho más tiento a la hora de señalar.
Porque estamos hablando de una industria sensible, extraordinariamente “líquida”, evaporable, que sólo permanece si se la riega a diario. En todos los vectores que lo integran. Ahí está el ejemplo de “Air Berlín” que muchos creían, tras veinte años operando masivamente en las Baleares, que era invencible. Insisto para que nadie me tome el número cambiado: claro, que hay que introducir reformas, naturalmente que hay que mejorar la calidad y, por lo tanto, subir precios, dar cabida a otros destinos que no sólo tengan los ingredientes de las tres “S”. ¿Qué cabeza medianamente amueblada se puede negar a ello? Pero no extirpar de cuajo las cosas buenas y los resultados excelentes del sector en general sin los cuales España andaría todavía en zapatillas de esparto. Produce melancolía y mucha tristeza tener que sustanciar lo evidente. Aunque simplemente sea como mero apunte periodístico sectorial.
BLOQUE ESTRATÉGICO DE GLOBALIA
En una reciente y larga conversación con el CEO de Globalia, explicitada en sus partes fundamentales en preferente.com., Javier Hidalgo, avanzaba que la estrategia del grupo empresarial que ahora gestiona pasa fundamentalmente por Iberoamérica. Habló de una gira por los principales países de la región para intuir nuevos negocios sobre los que apuntalar el futuro de Globalia.
Ese es nuestro territorio básico como lo saben los principales empresarios hoteleros españoles. Cada día más. Pese a regímenes indecentes que pueden durar décadas pero que al final caen. La famosa frase de “España como puente con Iberoamérica” que en su día intentó llevar a la práctica Felipe González continúa siendo válida. Sin ese vínculo –que no es contradictorio en modo alguno con el “transatlántico” – seríamos mucho menos que Suiza, por poner a bote pronto un simple ejemplo relojero.
LO DE LA HUELGA AEROPORTUARIA
Lo del aeropuerto barcelonés de El Prat trae cola. Eulen, ¡si David Álvarez levantara la cabeza!, es un caso paradigmático de incompetencia cuya concesión administrativa por parte de Aena debería ser puesta en almoneda ya mismo. La crisis del Prat amenaza con extenderse por todos los aeropuertos españoles y con una cierta razón laboral: no se pueden pagar salarios de 900 euros aunque sea por 15 pagas.
El transporte aéreo forma parte de lo que entendemos y todos los países entienden como parte de su elemento estratégico y mucho más cuando afecta de plano al turismo. 25 días de huelga anunciada convertirán España en un caos y no habrá Guardia Civil suficiente para hacer frente a tamaño desafío.
Sentido común, una miaja de moderación y mucha capacidad de negociación y pacto entre las partes.
¡Por favor!
Estamos jugando demasiado frivolamente con un tema serio como es el turismo. En lugar de mejorarlo quieren algunos destruirlo.